domingo, 29 de noviembre de 2009

Vinagre y rosas


Joaquín Sabina vuelve a Buenos Aires a presentar su último trabajo: "vinagre y rosas".
La vuelta de un artista como Joaquín siempre es un evento. Más, cuando es él.
Mi admiración por Joaquín puede leerse en varias entradas en este blog. Este nuevo trabajo está compuesto por un Joaquín a medias, que sin embargo, llega al corazón. A medias, no sólo porque la mayor parte de las canciones son de coautoría con Benjamín Prado, sino porque en sus propias palabras ya hay pocas cosas que lo inspiren.
Sabina está viejo, y por lo tanto, irritable. Y eso, hace de él un poeta ácido, más aún que en sus últimos discos. Quizás Joaquín está en crisis, y sin embargo, embriaga su arte.
Comparto con ustedes la letra de Crisis, en coautoría con su amigo del alma, Antonio García de Diego... ("crisis en los huesos..." pá que apranda el boludo ese de Arjona qué cárajo es una buena metáfora).

Otro jueves negro en el Wall Street
Journal,
desde el veintinueve la bolsa no hace
crack,
cierra la oficina crece el desvarío,
los peces se amotinan contra
el dueño del rio.

En el vencidinario a la hora del rosario
ni carne ni pescao,
dame otra pastilla de Apocalipsis now
mientras se apolilla el libro rojo de
Mao.

crisis en el ego,
todos al talego,
crisis en el adoquin.

Crisis de valores,
funeral sin flores,
dólares de calcetín.

Crisis en la escuela,
quien no corre vuelva,
sexo, drogas, rock and roll.

crisis en los huesos
fotos de sucesos,
cotos de caza menor.

Dan ganas de nada mirando lo que
hay:
ayuno y vacas flacas de Tánger a
Bombay.
Siglo XXI, desesperación,
este año los reyes magos dejan
carbón.

Y la gorda soñado que le aborda el
crucero
un fiero somalí.
A ritmo de cangrejo avanza el porvenir.

Crisis en el cielo,
crisis en el suelo,
crisis en la catedral.

Crisis en la cama,
cada sueño un drama,
un euro es un dineral.

Crisis en la luna,
la diosa fortuna
debe un año de alquiler.

Crisis con ladillas,
manchas amarillas,
pánico del día después.

Crisis en la moda,
firma y no me jodas,
esta no es nuestra canción.

Guerra de intereses,
vuelvo haciendo eses,
ábreme por compasión.

Putas de rebajas,
reyes sin baraja,
inmundo mundo mundial.

Sábado sin noche,
méxico sin coches,
libro sin punto final.

Cómete los mocos,
no te vuelvas loco,
múdate a Nueva Orleans.

Gripe postmoderna,
rabo entre las piernas,
Clark Kent ya no es superman.

Mierda y disimulo,
crisis por el culo
del zulo a tu nariz.

Crisis, crisis, crisis…


viernes, 6 de noviembre de 2009

¿Tinto o café?




- ¿Tomás un tinto?- me dijo la chica de tetas grandes, cola firme y piel morena que nos atendió.

- No, gracias... estoy más para un café- contesté dejando a la luz mi total brutalidad.

- Bien, un tinto para ti. - Y se fué. Resultó ser, como ya deben estar previendo, que en Bogotá al café se le llama tinto.

Bogotá es una ciudad dificil de describir. Es en primer lugar, enorme, alta... (dos escalones y morís... la altura, dicen). Es también bella, colonial por partes, moderna por otras... con una comida exquisita, una historia increible y armas... muchas armas por todas partes. Militares con armas largas, polícias armados hasta los dientes, guardias de seguridad, etc por todos lados. Sí, todos lados...repito: TODOS LADOS.

Los colombianos, claro, no los notan. Les muestran los bolsos y carteras en las entradas a los shoppings, en algunas esquinas, en algunos restaurantes...

Pero a mi, triste argentino al que los uniformes le dan alergia, me dan "cosita" (entiendase por cosita lo que más tengas ganas de pensar).

Pese a eso, te sentís seguro. La gente es amable, educada, alegre... siempre y cuando no estén manejando. Les aseguro que cada colombiano que maneja es un asesino al volante.

¡No se puede creer cómo doblan, cómo se pasan, cómo se meten en lugares donde uno no se metería por una sensilla razón... El auto no entra en ese espacio!!!!

Bogotá es magia, es leyenda del dorado, es museo de oro. Bogotá es frutita en las calles, jugos todo el día, es sopita de primer plato, es Botero y es Bolivar. Bogotá es sin dudas, un lugar para conocer, amar, y estudiar.

Las fotos que acompañan este post es la casa donde Simón Bolivar pasó su última noche en la ciudad... para irse a Venezuela y no regresar jamás.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Mujer originaria



Alta, dura y de rasgos fuertes
De pie, ante todos tus detractores
Sueño de artistas con barro y arcilla
Sueño de pueblos, pisoteados.

Ellos moldearon tu bronce
Te dieron vida y forma.
Ellos torcieron la historia
Fuiste llave de esperanzas.

Alta, de pie ante el destino
Oteando al futuro con tus ojos
Guiando a los perdidos
a un nuevo renacer.

Ellos te dieron alma
Entre pinceles y herramientas
Te soñaron entera, mujer.
Te soñaron india y madre.

Alta, con el mundo a tus pies
Llena de pedacitos de todos
Patrona firme de los vencidos
Tierra fértil del destino sos.

domingo, 25 de octubre de 2009

Rezo por vos


Volvió Charly, y cantó ante más de 40000 personas en un Velez mojado y con viento. Era un Charly distinto, entero, lleno de ganas de dar lo que mejor sabe hacer : arte.
No se lo veía tan bien en un escenario desde la presentación en la cancha de boca en la vuelta de Sui Generis.
El viernes cumplíó 58 años, y todo Velez le cantó a su ídolo. Quizás el artista más criticado de Argentina, lleno de vicios, excesos, delirios, peleas. Pero también, lleno de poesía, música, genialidad, arte, historia, hits y huevos.
Mercedes grabó un disco donde todos los temas eran de Charly, no lo hizo con nadie más.

Charly fue el que nos enseñó que en cuestiones de armas es mejor estar liviano, el que rogaba que le avisemos si nos venían a buscar, el que odiaba, como yo, las promesas sobre un videt.
Charly es nuestro fantasma de Canterville, es nuestro símbolo de paz, nuestro bombóm. Siempre, como dijo León, tendrá sus propios Salieris... los enemigos que sólo ven en él al flaco que saltó desde un noveno piso.
Yo, mientras tanto, rezo por él. Y lo sigo disfrutando cómo la primera vez, allá por 1986 cuando de casualidad llegó a mis manos un disco de Piano bar y comprendí para siempre que cerca de una revolución, el pueblo pide sangre.



miércoles, 7 de octubre de 2009

Cuento Chino


Hace un tiempo terminé de escribir éste cuento, que fue escrito junto a Hernán Nadal (www.listao.com.ar) Es largo, pero lo vale... están invitados.


Sako Kensei, nació una noche estrellada atípica para esa época del año, donde las lluvias no dejan ver el cielo. Sin embargo, en el ombligo que forma la llanura Hangjihau, en la pequeña aldea de Nanxun, aquella noche no llovió. Sus padres vieron eso como una clara señal de que Sako había sido bendecido con algún don, cómo lo había sido su abuelo, famoso en casi toda China, por sus dotes para predecir catástrofes naturales.
Sako fue criado literalmente entre algodones. Desde aldeas lejanas llegaban en cada aniversario, mensajeros con ofrendas para el joven Kensei, que sería educado por su propio padre en las artes de la agricultura y en las de la adivinación.
Cuando cumplió doce años tuvo su primer sueño visionario, pero a diferencia de su abuelo, no fue sobre una catástrofe natural, ni mucho menos. Soñó que corría por las verdes llanuras que rodean las aguas del Yangtsé, escapando no sabía bien de qué o de quién. El pueblo entero se reunió para escuchar la primera profecía de Sako. Profecía que como tantas otras a lo largo de su vida, no se cumpliría. Aquella noche las ofrendas fueron numerosas, algunas familias incluso, donaron las pocas cosas que les quedaban para subsistir. Pero fue un cilindro brillante y frío el que cautivó, entre todas las ofrendas, al joven Sako. Un hombre que decía venir de Xitang, más allá del Yangtsé, le regaló una lata de Coca-cola.
Sako la estudió detenidamente. Nunca había visto un objeto similar. La mañana siguiente se sorprendió con el brillo de su superficie producto del reflejo de las primeras luces del día. Pasó la mañana tratando de adivinar (su juego preferido) para que serviría aquel objeto. Por más que se concentró todo lo que pudo, no vino ninguna respuesta a su mente. Intentó con sus piezas de Mah Jongg. Pero las señales no llegaban. Había algo que alteraba la calma espera necesaria para despojarse del ser y alcanzar la iluminación que mostraba. No almorzó. No tenía tiempo para perder.
Tomó su preciado objeto, y salió de su morada para, luego de caminar por más de una hora, sentarse bajo su duraznero preferido. Cuidadosmenete eligió la posición correcta para acomodar su cuerpo luego de haber depositado la lata sobre la gran piedra cuadrada que tan bien conocía. Su objetivo era, como siempre, adivinar la verdad. En este caso, de donde venia, cual era el sentido, y los poderes del regalo que el misterioso hombre le había encomendado, si encomendado a su ciudado. La única certeza que tuvo fue que no había sido un regalo.
Certezas como esa pocas veces le llegarían en su corta vida. El sol pegaba de lleno en el brillante objeto, ahora transformado en mágico deseo, arrancándole destellos.
¿Qué misterioso contenido tendría? Sin duda la respuesta a eso era simple: líquido. ¿Pero qué propiedades de los dioses tendría ese elixir? Pensamientos sobre vida eterna, curación de males y venenos sofisticados invadieron su mente. ¿Por qué aquél hombre entre todos los mortales lo había elegido a él para cuidar el extraño tesoro rojo y blanco?
Y los colores… La sangre y la pureza representadas juntas, como las antiguas pinturas de su pueblo. Rojo y blanco, el dolor y la esperanza. El fuego y la nieve, como si las altas cumbres fueran un día a estallar.
Sako se durmió bajo la protectora sombra del duraznero, y volvió a soñarse corriendo, pero esta vez, perseguido por un grupo de mercenarios, como los que antaño saqueaban su aldea, en los tiempos que su abuelo era un niño. Sako corría, vestido de impecable blanco, huyendo del rojo color de los ojos invasores.
La carrera terminó con una conversión confusa en una mariposa roja que volaba por sobre los muertos y los destrozos; y desaparecía en su infructoso camino para llegar al sol.
Se despertó con el rocío de la mañana. Ya no estaba tan caluroso como la noche anterior por lo que decidió volver a su hogar. Tomó la lata, la envolvió con una tela y la acomodó en su bolsa, cuidando que ningún otro objeto la rayara o dañara de cualquier modo.
Estaba de mal humor, cosa rara en él. Sentía impaciencia y sentía la imperiosiosa necesidad de saber todo sobre la lata en ese preciso instante. Todos las enseñanzas sobre la quietud y sobre la gozosa espera parecían haber desaparecido de su mente.
Ese día fue el primero de muchos donde la gente no reconocía a Sako, siempre tan afable, tan hablador. Su humor cambiaría constantemente, se volvería irritable ante cualquier pregunta, ante cualquier distracción que lo alejara de sus pensamientos en rojo y blanco. Sólo la esperanza que en su próximo cumpleaños el extraño hombre regresara lo mantenía con fuerzas. Su mente se llenaba de preguntas para hacerle, de posibles respuestas sobre el origen, el sentido y el por qué de su adorado objeto.
La noche antes de cumplir los 14, Sako soñó con un hombre ensangrentado, con plumas y charcos agua sucia. Sin embargo, lo extraño de su visión no era aquello, sino que todo sucedía como a través de una gran cortina de pequeñas burbujas.
Durante el día, cientos de regalos fueron entregados al joven Sako. La noche se avecinaba y el hombre no aparecía. Sako comenzó a pensar que quizás nunca podría entender el misterio de la lata. Sin embargo, cuando la luna estaba en lo alto, y la aldea dormía, tres suaves golpes en la puerta de su casa le indicaron que él había llegado.
Esta vez vestía ropa occidental. Blue jeans y una camisa a cuadros. Se presentó por su nombre: "Soy McGuertz. John McGuertz. ¿Puedo pasar?". Confundido por su apariencia lo dejó entrar. Rapidamente el extraño se mezcló entre la gente y trató de evitar las miradas inquisitorias del joven Sako. El aprendiz de adivinador no pudo prestar atención a nada más que el hombre y el portafolios que cargaba. No habían cruzado más palabras que las de presentación. Sako lo notó preocupado y nervioso.
La reunión llegaba a su fin y todavía no habían hablado. Sako tomó coraje y se acercó. Sin rodeos, bruscamente, dijo: "¿Qué es?". McGuertz lo miró por unos segundos, se dio vuelta y caminó hasta la puerta. Antes de salir, contestó: "Juro que te lo diría, pero no puedo". Y se fue.
Sako aceptó con hidalguía este misterioso desplante. Pero se juró que la próxima vez sería diferente. Su instinto adivinador no podía fallarle. Por temor, o quizás por sabiduría, no se atrevía a tirar de la lengueta de aluminio que pondría fin a su tormento. Ese año transcurrió calmo, Sako comenzó a notar que su obsesión alarmaba a sus padres, e incluso, a la gente de la aldea. Decidió observar su precioso tesoro en secreto, y ante los demás, ser nuevamente el chico afable de antaño.
Durante todo el año buscó entre sus amigos, los adecuados para contarles el secreto. Luego de unos meses de charlas y muchas horas de meditación compartida, seleccionó a sus dos primeros discípulos: Airnán y Gong sa luó. Largas horas de Kung Fu y Chi Kung cada día los preparaban ara el gran momento que sabían que llegaría: el regreso de McGuertz.
La vísperas del cumpleaños, Sako reunió a sus discípulos y otros seleccionados entre sus más fieles admiradores, y les contó sobre una visión, donde ellos eran los protagonistas, y donde, por no detener al extraño que aparecería al día siguiente, la aldea caería en tremendas desgracias. Él se ofreció a guiarlos en la tarea, dió órdenes presisas para que las ofrendas sean entregadas sólo por la mañana, así tendría toda la tarde y parte de la noche, para esperar al forastero de extraño nombre.

Al día siguiente, el señor McGuertz se presentó minutos antes de la medianoche. Al entrar a la casa de Sako se sorprendió de no ver gente, recorrió las habitaciones confundido por el incienso que reinaba en el lugar, como una neblina. Por fin, en una amplia sala llena de obsequios, como en un altar sobre los demás, divisó la lata de Coca cola. De rodillas, frente a ella, Sako meditaba con los ojos cerrados.

- Lo estaba esperando señor McGuertz - dijo Sako.
- Lo lamento Sako, como siempre, debo partir. Aquí dejo mi ofrenda- dijo apoyando sobre el piso lo parecía ser un libro- Adiós.
- Que mis ancestros lo guien en su camino.

McGuertz salió de la casa, la noche cargada de estrellas como en cada cumpleaños, lo sorprendió extrañamente fría. Sin mirar atrás, caminó por la calle principal de la aldea rumbo al río, cuando fue sorprendido por seis jóvenes que de inmediato lo inmovilizaron. McGuertz fue nuevamente conducido, sion ofrecer resistencia, a la casa de Sako.

Dentro, Sako lo esperaba en la posición del loto. Dos hombres lo ubicaron en una silla frente a él. Pasaron casi veinte minutos hasta que Sako finalmente abrió los ojos y lentamente se incorporó. Pidió una silla y separados por unos pocos centímetros hablaron lentamente.

-Usted sabe que no quiero su libro. Es hora de la verdad.
-Y usted sabe que no puedo revelarla.
-Lo hará.
-No
-No se preocupe. Su voluntad de silencio habrá desaparecido mañana a esta misma hora.

Un dolor en la cabeza fue lo único que sintió McGuertz antes de desvanecerse.

Al despertar se encontraba desnudo y atado a una especie de camastro de madera. Unas ruedas gigantes a cada lado daban la sensación de encontrarse dentro de un enorme reloj de engranajes. Sentía agudos dolores en las piernas y los brazos. Intentó moverse, desatarse, pero fue imposible. Tenía sed.

Desde una esquina de la habotación, Sako lo observaba con un libro en las manos.

- Se habría ahorrado mucho dolor Mr McGuertz si me hubiera dicho que en su libro también estaban las respuestas que buscaba. Claro que no todas! pero convengamos que saber por fin que mi tesoro no es el único en el mundo es todo un acontesimiento. Ya no me siento especial. Creo, sin embargo, que usted se estuvo burlando de mí.... - y con un rápido movimiento, Sako giró una manivela que puso en marcha los engranajes del camastro. Los pies del extranjero fueron jalados hacia abajo, mientras sus piernas permanecían rígidas sobre el camastro. McGuertz gritó y se desmayó.

Se despertó vestido sobre el camastro. Sako lo miraba.

- No era tan fácil. No dependía de mí. Te ruego clemencia Sako. Yo intenté.

- Siempre dependió de vos. Pero elegiste el silencio. Ahora dependerá de nosotros. Cuando terminemos con vos, no podrás recordar si quiera que alguna vez tuviste voluntad propia. Empiecen.

Mc Gubert no entendió que era lo que los discipulos de Sako arrastraban con tanta fuerza. Desde su posición solo podía ver una parte de lo que paorecía ser un gran barril de madera.

- Empezaremos por algo clásico que tiene la belleza de la simplicidad.

Casi no podía ya moverse, sin embargo, le sujetaron aún más la cabeza con dos humedas correas de cuero.
En seguida lo comprendió. Una gota fría golpeó su frente. Pocos segundos después la segunda. Las gotas caían a un ritmo lento pero constante. Experimentaría, sin saber cuanto tiempo, una de las más famosas torturas chinas.

- Sako, te lo ruego. Dejame libre y te diré todo.

- Sé que lo harás, pero todo a su tiempo. Adios.

Sako se fue. Sus ayudantes apagaron las dos lámparas que alumbraban el cuarto y Mc Gubert quedó solo en la completa y fría oscuridad de la cabaña.
No tenía sentido intentar dormir, pero al menos buscó focalizar sus pensamientos en Ohio, en las horas de su infancia cuando todo parecía mucho más sencillo. No lo logró. Esa maldita gota no lo dejaba pensar.
No supo con certeza cuanto tiempo había pasado cuando Sako volvió.

- Buenos Días amigo.

- Hijo de puta, soltame.

- ¿Sabés por qué el cerezo florece?

- No aguanto más, soltame, por favor.

- Esperaba más de vos.

Lo dejo nuevamente solo. Unas horas después, finalmente la última gota cayó. Y con ella sus ojos cayeron en un breve sueño que se cortó, minutos después, cuando los discipulos de Sako entraron y lo desataron. Lo arrastraron a una letrina fuera de la cabaña.

- Cinco minutos- le dijeron

Pensó como escapar. Dos hombres lo custodiaban y otros dos cargaban nuevamente el barril. Se le ocurrió que podría correr, pero descartó la idea. Con el cansancio y el poco conocimiento que tenía del bosque que lo rodeaba sería facilmente atrapado y solo complicaría las cosas.
Mansamente dijo: -Terminé.-
Lo llevaron a la cabaña y lo ubicaron en la misma posición. Las gotas volvieron a repetirse sobre su frente.
La mañana siguiente, antes que el agua se acabara un hombre entró y detuvo la tortura. Otro entró después y se llevaron el barril. Lo llevaron a la letrina. Luego a la cabaña donde encontró una mesa, una silla, un plato de arroz y una jarra de té. Luego se acostó en el piso y se durmió.
Lo primero que vio al despertarse, fueron los pies de Sako quien sentado delante suyo lo observaba entretenido.

- ¿Comprendiste por qué florece el cerezo?

- No entiendo que decís. ¿Cuando me vas a soltar? Por favor, te lo ruego.

- ¿Por qué florece?

- No se. No tengo idea. ¿Por qué?

- Muy bien.

Se fue. Tres hombres entraron y lo arrastraron violentamente fuera de la cabaña. Ataron sus manos y lo condujeron por un pequeño sendero en medio del bosque. Uno de ellos ató sus manos a una larga soga. Siguieron caminando hasta llegar a un gran hoyo en el suelo, de un par de metros de diámetro. Pensó que era su fin. Que lo iban a ultimar tirandolo dentro de ese pozo cuyo fin no podía divisar. Sin embargo, tenían otros planes. Sintió un fuerte golpe en la nuca y se desmayó.
Al despertarse estaba, desnudo, en el fondo del pozo. La respuesta llegó a él como si siempre hubiese estado presente en su cabeza. Cuando el cerezo florece es el momento de plantar el arroz, es el inicio de la nueva estación, del nuevo estadío donde los cambios son bienvenidos.
El prisionero comenzó a gritar llamando a Sako, su voz en lo profundo del pozo sonaba lastimada. Su garganta le ardía por la sed, no recordaba la última vez que había bebido agua. Se rió de la ironía...
Por la poca luz del exterior dedujo que estaría anocheciendo. Si bien tenía la respuesta a la pregunta de Sako, no lograba comprender la esencia del asunto. ¿Estaría Sako dispuesto a aceptar la verdad como un tren que avanza imparable? McGuertz sabía que Coca Cola invadiría China. Todo se había planeado en Atlanta hacía años. Todo. Buscar un niño mesías, ofrendar la lata, incluso, pensaba que hasta la angustia en la que estaba metido la habían planificado los ideólogos de la planta.
La noche caía sobre el pozo, su prisión de tierra. Los huesos le dolían todos, si se concentraba lo suficiente, podía nombrar uno por uno los dolores que tenía. Se durmió un rato, y despertó al escuchar la voz del joven Sako que iluminado por un candil le preguntaba :

- Buenas noches, Mr. McGuertz. ¿Sabe usted por qué florecen los cerezos?

McGuertz notó nuevamente la utilización del "usted" en la pregunta. Era un símbolo de respeto ganado en base al sufrimiento. Volvía a estar en posición de dialogar.

- Sí, Sako. Lo sé.
- Muy bien, Mr. McGuertz. Muy bien- repitió un Sako sonriente- Lo escucho.
- Florecen para advertir al pueblo de los cambios que avecinan. Florecen para aceptar lo irremediable. Florecen para remover las malezas y plantar una nueva cosecha- respondió el prisionero.
Con una respetuosa inclinación de la cabeza, Sako se dio por satisfecho.
- ¡Sáquenlo!- dijo a la noche.

Inmediatamente, una especie de hamaca sostenida por dos sogas fue arrojada dentro del pozo.

Al salir, lo esperaban con un manto seco y tibio con el que rapidamente lo envolvieron. Amablemente lo condujeron a una nueva cabaña más cercana a la casa de Sako. En ella, encontró una gran tina llena de agua caliente. Una mujer de mediana edad, arrojó en ella un polvo amarillo y lo invitó a entrar: "Bueno para el cuerpo" le dijo y lo dejó solo. Se durmió unos poco segundos después, mientras sus músculos agradecían relajados.

Le habían dejado vestimentas de seda roja y una gran variedad de comidas y bebidas. Una cómoda cama lo acogió en un sueño de largas horas en las que soñó repetidas veces con su tierra natal.
La mañana lo encontró con Sako sentado en una punta de la cabaña meditando en silencio. Sin abrir los ojos ni moverse de su posición le dio sus buenos días. McGuertz le respondió amablemente. Sabía que había triunfado. Sabía que los ejecutivos de Atlanta estarían felices de la aceptación de Sako, de la sumisión al misterio que fue específicamente creado y ubicado para ganar.
Sako habló con firmeza, pero en tono conciliador.
- Quiero saber todo a cerca de Coca Cola.
- Nadie sabe “todo”… Pero yo podría contarle al menos un buena parte.
- Desayune, McGuertz. Tendremos tiempo luego. Volveré al atardecer para escucharlo.- Y diciendo esto, se inclinó brevemente ante McGuertz, para luego abandonar la cabaña.

McGuertz desayunó con frutas, jugos y pan. Luego quiso dar una pequeña caminata para estirar el cuerpo, pero la puerta de la cabaña estaba cerrada por fuera. No le extrañó.

Caminó en círculos dentro de la sala hasta que decidió que lo más prudente era volver a dormir. Sako lo despertaría y entonces él contaría lo que tantas veces en Atlanta le había hecho memorizar como “la historia para Sako”. El sol se estaba ocultando detrás de los cerezos cuando Sako entró en la cabaña, iba vestido de impecable blanco, con una especie de vincha roja que envolvía su cabeza a la altura de la frente.

- ¿Listo?
- Hablaré. Sabrás todo lo que sé. Y quizás puedas explicarme lo que aún no comprendo.
Hace 10 años que trabajo en la empresa. Entré como cualquier americano que termina la preparatoria y no sabe que hacer de su vida. Empecé como repartidor. Mi trabajo era simple. Acompañar al chofer de esos enormes camiones y descargar las cajas de botellas en cada punto de entrega. Era un trabajo simple y pesado, pero me gustaba. Gracias a él conocí gran parte de mi extenso país.

Dos años después de empezar, pasó algo que cambió mi vida para siempre.

Fui elegido junto a tres empleados más para capacitarnos en el nuevo proyecto que llevaría adelante la empresa, el proyecto se llamaba "sin fronteras". Nos subieron a un avión, nos hicieron firmar un montón de papeles y nos enseñaron español, chino, y ruso. Durante meses estudiábamos 10 horas diarias. Luego de un año, nos depositaron un millón de dólares en nuestras cuentas, y nos dieron un sobre cerrado, lacrado, con "nuestra misión".

El mío decía simplemente, introducir Coca-Cola en Nanxun, y en palabras rojas, figuraba un nombre Sako Kensei. Todo lo demás, se fue dando solo. Durante meses estudié las costumbres de tu pueblo, hasta que se me ocurrió, ofrendarte la lata.

Coca-cola es simplemente una gaseosa. Aunque ese simplemente, involucre mucho más de lo que podés imaginar - McGuertz lucía cansado.

Sako escuchó con suma atención el relato del extranjero. Y comprendió con dolor que él y toda su angustia por su maravilloso regalo eran parte de un experimento de mercado. Se sintió ofendido.

Mc Guertz percibió rápidamente la perturbación de Sako:

- No te preocupes. No sos el único.

Sako se mostró más decepcionado aún.

El americano sonrió. Pero ante el silencio del oriental, comenzó a reír a carcajadas.

- No lo puedo creer. ¿Pensaste que eras el único? ¿Todavía no te das cuenta? Lo que yo hice fue hecho por decenas de empleados como yo, que encontraron hombres como vos, lo suficientemente acordes a lo que la compañía buscaba. Todo el territorio de tu país está llenándose de deseo por nuestro producto. La primera etapa está terminada. Pronto pasaremos a la segunda fase y la invasión de nuestras latas no podrá ser detenida nunca más.

Sako comprendió entonces que sus visiones no mentian. Los colores rojo y blanco de fuego y nieve dominarían su tierra, y más aún, su existencia. Comprendió que su mundo tal y cómo lo concebía desaparecería para siempre. Sin mirar al extranjero, buscó entre sus prendas una llave pequeña. Se despidió con una leve inclinación de su cabeza, pero McGuertz no lo percibió, estaba literalmente descompuesto de la risa.

Sako salió a la luz de las estrellas y se perdió entre los cerezos. Caminó un bune rato hasta que en un claro del bosque se detuvo, y escudriñó la oscuridad como para comprobar que nadie lo seguía.

Entonces se arrodilló sobre las hojas secas de la noche, y escarbó la tierra hasta que sus manos tocaron el cofre. Lo sacó, y suavemente sopló sobre él para retirar el polvo que lo cubría.
Introdujo la llave en la pequeña cerradura y el cofre se abrió ante él. Tomó la lata de su interior, y con la voluntad de los que han perdido todo, la abrió y bebió de ella.
Sus mejillas se enrojecieron ante el placer del nuevo sabor. El veneno hacía su efecto, la adicción en su mente se multiplicaba como una voz incesante que pedía más.

Se tumbó en el claro a mirar las estrellas y con una sonrisa dibujada en la boca, se durmió.
Nunca más se supo de McGuertz. Tres meses pasaron de aquella noche cuando en la feria local Sako comprobó que alguien vendía latas de Coca-Cola.

Al año siguiente, en su cumpleaños, un extraño apareció en su casa para dar una ofrenda. Era un moreno de ojos claros muy alto y bien vestido, que en un perfecto dialecto le ofreció a Sako un regalo, le dijo que se llamaba "Pepsi".

Esa misma noche, en la plaza de la aldea, la cabeza del forastero colgaría de una pica, al lado del Cerezo Mayor.
Fin.

Hernán Nadal & Gonzalo Strano

domingo, 4 de octubre de 2009

Hasta siempre, Mercedes.


Pocas muertes me conmueven. Es como que por haberme criado en una cochería (si, suele pasar), las muertes son una parte más de los que nos toca pasar. ¿Lo son, verdad?
Sin embargo, no pude dejar de lágrimear viendo el funeral de la querida Mercedes Sosa. La Negra, la que cantó con todos y para todos. Las que los milicos echaron de un país sordo, ciego y mudo. La echaron porque la entendían. Porque si hay algo que tenía Mercedes al cantar, era claridad.
No lloraré lágrimas por ninguno de los milicos que la echaron, no. Tampoco lloraré por aquellos que aplaudieron su exilio. Son tan pobres...
Desde Silvio Rodriguez hasta Charly García, y desde Shakira hasta Violeta Parra, la Negra le puso color a las letras que sentía. Ella decía que se enamoraba de las canciones como "si amara a un hombre". Gracias Negra por eso. Gracias por tus "gracias a la vida", por tus "todo cambia" y por todas las razones de vivir la vida.
Acá un tema que escribió otro exiliado...Y que Mercedes canta en "Escondido mi país". El tema es de Alberto Cortéz, y se titula Canción de amor para mi patria" La nuestra. La que hoy, llora como yo a Mercedes.

Será porque me dueles,
será porque te quiero,
será que estoy segura que puedes
llenarme de palomas el cielo.
Será porque quisiera que vueles,
que sigue siendo tuyo mi vuelo.

Será que estás en celo
velando la alborada
o acaso acumulando desvelos
por dudas largamente acunadas.
Tan sólo se levanta del suelo
el que del todo extiende sus alas.

Amada mía,
querida mía,
¡ay patria mía!
de tumbo en tumbo,
se pierde el rumbo
de la alegría.
Vamos arriba,
que no se diga
que estás llorando,
que tus heridas
mal avenidas
se irán curando.
Defiende tu derecho a la vida
y juntas seguiremos andando.

Será que ya no quieres
sufrir mas desengaños
que vives levantando paredes
por miedo a que la luz te haga daño.
Si ya no vienen llenas tus redes,
tampoco hay mal que dure cien años.

Quizás en apariencias
te alejas o me alejo,
el caso es que sufrimos de ausencia
con un dolor ambiguo y parejo.
Amor no significa querencia,
también se puede amar desde lejos.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Llora corazón

Por qué llora el corazón de ella
Cuando fue quién decidió dejarlo.
Por qué sus lágrimas piden más
Cuando quiere estar sola.

Llora corazón lleno de cenizas
Lleno de Ismael y de Sabina
Llora corazón lleno de pena
Lleno de angustias y de tristezas.

Por qué llora el corazón de él
Cuando fue él quien se jugó todo
Por qué sus lágrimas son grises
Cuando su sol brilla todavía.

Llora corazón lleno de miedo
Lleno de dudas y quien sabe
Llora corazón lleno de duelo
Lleno de muertos y malabares.

Por qué lloran los corazones
Si están más para reír que pa llorar.
Por qué temen secar las aguas
Si para mojarnos… está el mar.

sábado, 22 de agosto de 2009

Buika

El otro día haciendo tiempo, mi amigo Albert, va y prende su compu, y ahí no más empieza a sonar una voz increible de mujer.
-¿Cómo te imaginás a esta mina? me dijo.
- Flaca, con rodete, aros grandes... Cómo a las minas de las peliculas de Las cosas del querer.
- No, ni ahí- me dice - Mirá.
Y por primera vez en mi vida vi a Buika, a quién mi cerebro, porque ya me había invadido, escuchaba.
Sencillamente, me parece un joya. Nacida en Palma de Mallorca y proveniente de una familia con lazos en Guinea Ecuatorial.
Les dejo un video para que la disfruten. http://www.youtube.com/watch?v=fpaOTWZUIgA&feature=related

jueves, 20 de agosto de 2009

El petiso orejudo


Reproduzco la nota publicada en el diario La Nación, escrita por Sol Amaya.
No es más que un poco de historia... de la nuestra:

"-¿Siente usted remordimientos por lo que ha hecho?
-No entiendo...

Así contestó Cayetano Santos Godino a la pregunta de uno de los doctores que lo examinó una vez que fue apresado, acusado de cometer numerosos y crueles asesinatos.

Corrían los primeros años del siglo pasado cuando, siendo apenas un niño, el "Petiso Orejudo", apodo que se ganó debido a sus enormes apéndices auditivos, comenzó a cometer una serie de asesinatos que lo convertirían en el primer criminal serial de la historia argentina.

Hijo de inmigrantes italianos, Fiore Godino y Lucia Rufo, Cayetano tenía nueve hermanos. Desde pequeño manifestó su violencia, a tal punto que su propio padre pedía que la policía lo detuviera.

Vivió en la miseria y era constantemente golpeado por su padre y por su hermano. A los 8 años, llevó a Miguel de Paoli, un niño de casi dos años, a un baldío, donde comenzó a pegarle en la cabeza con una piedra. No llegó a matarlo porque un vigilante lo descubrió. La misma suerte corrieron Roberto Carmelo Russo, Ana Neri y Severino Gonzales: en todos esos casos, alguien acertó a pasar por la escena antes de que el Petiso llegara a cometer el crimen.

En el caso Russo, a pesar de que Cayetano repitió la historia en la que decía ser el liberador del menor, fue arrestado. Pero al poco tiempo lo liberaron por falta de mérito.

Pasaron años sin que nadie, salvo su preocupado padre, comprendiera que aquel jovencito de orejas aladas, analfabeto y pirómano, tenía todo el potencial para convertirse en lo que finalmente fue: un asesino serial.

Pero el año 1912 sería clave: tres muertes terminarían por dejarlo al descubierto.

Los dos primeros fueron los crímenes de Arturo Laurora y Reina Bonita Vainicoff. El primero, un niño de 13 años, fue hallado muerto a golpes y estrangulado en una casa vacía en enero de 1912. Dos meses después, a Reina Bonita, de 5 años, la prendieron fuego y falleció al poco tiempo debido a las quemaduras.

No fue sino hasta el crimen de Jesualdo Giordano, ese mismo año, que este joven asesino cayó finalmente en manos de la Justicia.

Jesualdito no tenía ni cuatro años cuando desapareció de la puerta de su casa. Su cadáver apareció en un baldío, estrangulado con un piolín y con un clavo en la sien. La imagen horrorizó a la población, que ya acusaba a Cayetano por el horroroso crimen.

Los vecinos denunciaron que la última vez que habían visto a Jesualdito, caminaba de la mano con el "Orejudo". La policía lo detuvo el 4 de diciembre, y Cayetano confesó sus crímenes.

Tenía apenas 15 años cuando fue procesado por los asesinatos de los niños Arturo Laurora, Reina Bonita Vainicoff y Jesualdo Giordano.

Luego de una serie de peritajes psiquiátricos, fue declarado, en principio, inimputable, por considerárselo irresponsable, aunque se decidió su internación provisoria en el Hospicio de las Mercedes. Sin embargo, por decisión del Ministerio Público, el Petiso fue trasladado a la Penitenciaría Nacional, en aquel entonces ubicada en Las Heras y Coronel Díaz.

Su último traslado fue a la Cárcel del Fin del Mundo, en Ushuaia, -hoy convertida en un museo- donde cumplió su condena por "cuatro homicidios, siete tentativas de homicidios frustrados por las circunstancias, siete incendios intencionales, algunos de los cuales revistieron carácter grave".

En 1927 se lo sometió a una cirugía para reducir el tamaño de sus orejas, ya que algunas teorías sostenían que eran el origen de su crueldad.

Falleció en 1944, y las causas de su muerte generaron varias versiones. Oficialmente se atribuyó la muerte a una úlcera. Sin embargo, hay quienes sostienen que fue castigado por haber asesinado a las mascotas de la prisión ?unos gatitos- y habría muerto a causa de una hemorragia interna causada por la paliza.

Incluso los rumores que corrían por la época decían que la esposa del director de la cárcel usaba el cráneo del Petiso como pisapapeles. Tal vez esa anécdota sea parte del imaginario morboso, lo que es cierto, es que el Petiso Orejudo existió, y se convirtió en el primer personaje tenebroso de la historia criminológica del país."

domingo, 9 de agosto de 2009

Día del niño


Negocio de comerciantes. Derechos violados. Infancias de mierda. Muchas son las causas por las que se festeja el día de niño. Haciendo un poco de historia podríamos recordar que el 12 de abril de 1952 redactaron la Declaración de Principios Universales del Niño, a consecuencia de la desigualdad y maltrato que sufrían los niños en el mundo.
En esta oportunidad se acordó que cada país debería fijar una fecha para festejar el día del niño. En Argentina, cómo los padres, padrinos, tíos, etc. no cobran hasta bien entrado el mes, se eligió el segundo domingo de agosto, elección hecha, vale aclarar por la Cámara del juguete, o algo así.

El caso es que el día del niño nos da la excusa perfecta para transmitirle a nuestros niños nuestro eterno perdón por todo lo que les hacemos. Y cuanto más caro el regalo, más alta la culpa que nos sacamos de encima.

Les pedimos perdón por bautizarlos sin que ellos estén de acuerdo, por imponerles estilos, ropas, dioses, por dejarles un mundo hecho mierda, por los castigos ridículos que les hacemos cumplir, por pegarles (si, algunos aún creen que los correctivos físicos deben aplicarse). Y de paso cañazo, los hacemos sentir culpables si en el día del padre o de la madre no nos regalan algo.

Los chicos son insoportables, todos lo sabemos, pero no dejan de reflejar lo que somos nosotros. Porque como dijo el sabio " a menudo los hijos, se nos parecen".

También están los que dicen que todos guardamos un niño en el corazón. Qué pena me dan los que no lograron dejarlo ir. Yo puedo jugar a mil boludeces pero juego a lo grande. El juego a lo chico, se los dejo a ellos, que son capaces de sobrevivirnos.

A ellos... ¡Feliz día! Sólo a ellos eh........

miércoles, 5 de agosto de 2009

Aquellas fotos locas

Hacé clic en cada imagen para verlas mejor.
¿Algo gira? Mirá detenidamente cada círculo y verás que no.




Otra vez...Mirá bien...





Mira solo la cruz central. ¡Dentro de un momento el circulo que se mueve se pondra de color verde!


Si continuas mirando la cruz fijamente, en un poco rato desapareceran los circulos de color lila y solo se vera el circulo verde que se traslada por la pantalla...
(Que en realidad es un circulo de color lila)

lunes, 20 de julio de 2009

La verdad sobre la gripe porcina


(Publicada en http://elbobero.com/ de Agustín Aguirre)


PREGUNTAS Y RESPUESTAS RESPECTO A LA GRIPE PORCINA :


1.- P: ¿Cuanto tiempo dura vivo el virus porcino en una manija o superficie lisa?R: Depende de la superficie. Si su idea era hacer el baile del caño, asegúrese de pagar una buena cantidad de dinero y no contratarse un cerdo paraguayo por treinta pesos. Si pesa más de setenta kilos, tiene el virus.
2. -P: ¿Que tan útil es el alcohol para limpiarse las manos?R: Depende de la mezcla que se haga. Hay tragos como el Daiquiri, que suelen dejar secuelas pegajosas.
3.- P: ¿Cual es el medio de contagio más eficiente de este virus?R: El baile del Tap. Si es bailado por un principiante, el virus porcino se pega en la suela de los zapatos, y asciende en segundos hasta las fauces, causando la muerte inmediata.
4.- P: ¿Es fácil contagiarse en los aviones?R: Depende. Si el avión tiene un 90% de pasajeros contagiados, creemos que si.
5.- P: ¿Como puedo evitar contagiarme?R: Simple. Cada vez que vea un pelotudo con barbijo, se coloca a no menos de un metro. Inicia una carrera a velocidad demencial, y le mete un boleo en el orto que por lo menos lo levante diez centímetros del suelo.
6.- P: ¿Cual es el período de incubación del virus?R: Depende de cuan al pedo este la madre del nene. Si tiene trabajo, diez días. Si es ama de casa, diecisiete años.
7.- P: ¿Cuando se debe de empezar a tomar medicamento?R: Nunca. La idea es convertirse en porcino, y comerse uno mismo sus propias piernas ajamonadas.
8.- P: ¿Cual es la forma como entra el virus al cuerpo?R: Pide permiso.
9.- P: ¿El virus es letal?R: No. Miles de personas obesas mueren por año, debido a causas relacionadas con su obesidad. No por eso, debemos estar a una distancia mayor a un metro de ellos. Solo en el boliche.
10.- P: ¿Qué riesgos tienen los familiares de la gente que ha fallecido?R: Depende. Si el fiambre esta en buen estado, recuperaran la inversión del 100%.
11.- P: ¿El agua de las albercas transmite el virus?R: Si. En primer lugar te empieza a hablar buena onda, pero luego te duerme y te lo inyecta.
12.- P: ¿Qué hace el virus cuando provoca la muerte?R: Se va de vacaciones.
13.- P: ¿Cuando se inicia el contagio, antes de los síntomas o hasta que se presenten?R: Hay gente que lo ha tenido desde antes de nacer. Incluso hay un caso conocido de un chico, que todavía sus padres ni han tenido relaciones sexuales, pero se estimaría que podría ser portador.
14.- P: ¿Cual es la probabilidad de recaer con la misma enfermedad?R: Nula.
15.- P: ¿Donde se encuentra el virus en el ambiente?R: Depende de las comodidades de la casa. Le gusta mucho la tecnología, y se sabe que es bastante vago. Así que generalmente esta mirando televisión.
16.- P: ¿Si voy a un Hospital particular me deben cobrar la Medicina?R: No. Hay un acuerdo firmado. Si tenes gripe porcina se te ríen en la cara por boludo, pero después te curan.
17.- P: ¿El virus ataca más a las personas asmáticas?R: Si, tienen mala onda con los asmáticos.
18.- P: ¿Cual es la población que esta atacando este virus?R: Los de signo capricornio, nacidos entre las 7:30 y 7:31 de la mañana.
19.- P: ¿Es útil el cubre bocas?R: No. Solo sirve para darle de comer a la bomba mediática, y para que la gente que no sabe leer ni escribir se sienta cuidada.
20.- P: ¿Puedo hacer ejercicio al aire libre?R: Depende del ejercicio. Solo se puede andar en Skate y en Rollers.
21.- P: ¿Sirve de algo tomar Vitamina C?R: Si. Genera ganancias demenciales a las empresas que la venden.
22.- P: ¿Quien está a salvo de esta enfermedad o quien es menos susceptible?R: Las tortugas marinas.
23.- P: ¿El virus se mueve?R: Si. Según los estudios mas recientes, abordarían motos XR o Scooter de la marca Mondial.
24.- P: ¿Las mascotas contagian el virus?R: Si. Hay que sacrificarlas de inmediato. Solo preservar su mascota, en caso de ser una tortuga marina.
25.- P: ¿Si voy a un velorio de alguien que se murió de este virus me puedo contagiar?R: Depende. Si el tipo se esta haciendo el muerto para hacerle una broma pesada a su familia, es probable que si.
26.- P: ¿Cual es el riesgo de las mujeres embarazadas con este virus?R: El riesgo es que tengan mellizos o trillizos.
27.- P: ¿El feto puede tener lesiones si una mujer embarazada se contagia de este virus?R: Si, generalmente nacen con tres ojos, y cara de mojarrita.
28.- P: ¿Puedo tomar acido acetilsalicílico (aspirina)?R: Solo se tiene una previa y necesita no dormir para poder estudiar.
29.- P: ¿Sirve de algo tomar antivirales antes de los síntomas?R: No sirve de un carajo. Mejor gástate la plata en el casino.
30.- P: ¿Las personas con VIH, diabetes, sida, cáncer, etc., pueden tener mayores complicaciones que una persona sana si se contagia del virus?R: Al tener las defensas bajas, es necesario poner dos o más delanteros.
31.- P: ¿Una gripe convencional fuerte se puede convertir en influenza?R: Si. A medida que pasa el tiempo, el bicho canasto de la gripe común, aflora en mariposa porcina, y te mata al instante.
32.- P: ¿Que mata al virus?R: La ambición.
33.- P: ¿Que hacen en los hospitales para evitar contagios a otros enfermos que no tienen el virus?R: Los médicos se ponen barbijos, y te atienden en capsulas espaciales. Respecto a los pacientes: Nada.
34.- P: ¿El gel de alcohol es efectivo?R: Si. Depende del peinado que quieras lograr.
35.- P: ¿Si estoy vacunado contra la influenza estacional soy inocuo a este virus?R: No. Te cobraron la vacuna, y ni bien saliste de la farmacia, se están cagando de la risa de vos.
36.- P: ¿Este virus está bajo control?R: Depende como le pegue el faso.
37.- P: ¿Que significa pasar de alerta 4 a alerta 5?R: Que a la alerta 4, hay que sumarle 1.
38.- P: ¿El que se infectó de este virus y se sana, queda inmune?R: Si. También es inmune a los disparos de calibre 45, y al fuego.
39.- P: ¿Los niños con tos y gripa tienen influenza?R: Depende de la vieja pelotuda que los acuse.
40.- P: ¿Medidas que la gente que trabaja debe tomar?R: Ponerse a laburar.
41.- P: ¿Me puedo contagiar al aire libre?R: Si haces otra actividad que no sea andar en Skate o rollers, date por portador.
42.- P: ¿Se puede comer carne de puerco?R: Depende de quien lo cocine. Se recomienda que lo haga un buen cocinero. Sino, es un asco.
43.- P: ¿Cual es el factor determinante para saber que ya se controló el virus?R: Cuando el forro mediático que tiro la bomba, te diga que ya no hay mas bomba.
FAVOR REENVIAR A SUS CONTACTOS, PARA QUE TODOS ESTEMOS BIEN INFORMADOS.

martes, 7 de julio de 2009

Aquellas canciones bellas

Hoy estoy descompuesto. Algo que comí supongo, un asquito. El tema es que me metí en la cama, agarré la compu y en el youtube allí estaban esperando ser escuchadas (¿vistas?) aquellas canciones que hacía tiempo me daban vueltas en el balero. Quería darme una dosis de esos temas que después de la dictadura (incluso algunos durante ella), cantaron con tantas ganas Baglietto, Charly, Silvina Garré, Fandermole, León, el Flaco, Fito, y algunos más...
Escuché a Charly con calambres en el alma, a Baglietto tratando de crecer, a Silvina pintando de blanco y negro a Buenos Aires...
Entre la tos, el dolor de panza y el malestar general, me canté solito y a los gritos de punta a punta "¿por qué cantamos?"... Que letra, mi querido Mario... Qué letra!
Acá les dejo una versión de ¿Por qué cantamos?, por Juan carlos Baglietto. Increible. Aplausos por favor!!! (http://www.youtube.com/watch?v=OsXqqgXBXPM&feature=related)

jueves, 2 de julio de 2009

Hay que ser bajo eh.........


Camiando por ahí, me encontré con otro graffiti, y como saben, me gusta escribir sobre ellos. Pueden leer "¿Alguien conoce a Eugenia?" (busquenlo por ahí), para ver algo anterior. Pero el grafitti que encontré hoy, es sencillamente, algo bajo. Está pintando en la puerta de entrada de un edificio. Seguramente lo escribió alguien que no consiguió lo que quería, alguien que nunca tuvo valor, alguien que sencillamente es vendible por menos de nada.
Por el contenido del grafitti asumo que lo escribió un hombre, aunque eso de hombre le queda grande. Escribir "PUTO" a alguien con el que seguramente el autor tuvo algo, es como mínimo de maricón, en el sentido que nuestro lunfardo le da al término. Ojalá me leas, vos autor mediocre que ensucia las paredes de Palermo. Ojalá alguien te cuente que al menos yo, no me reí con tu graffiti.
Y por otro lado, amigo que habita el 6° 19 de ese edificio, la próxima, elegí mejor!!! Que pisar mierda trae buena suerte, pero meterla en la cama, no.

miércoles, 1 de julio de 2009

Esperando por Lost


Sé, con plena certezas, que no soy el único. Es más, me atrevería a decir que somos más los que esperamos que los que no tienen esa maldita necesidad. Soy un fanático sin cura. Sufro, como muchos, la ansiedad de saber qué mierda pasó con esa bomba, con Jacob, con Locke, y con Juliet y su embarazo.

No pasa un día sin que en algún momento alguien diga algo que me recuerde a Lost. Y ahí me digo... ¡Qué pelotudo soy! Y sin embargo... ese comentario de ese alguien desencadena una charla que puede durar horas donde la mayoría participa, y donde los dos o tres que nunca la vieron (que no saben nada de la vida), se miran como diciendo "escuchá a estos salames".

Y así la cosa, el mundo está dividido entre los que vemos Lost, y los que no entienden el mundo.

Y dentro de los que vemos Lost, están los que:

a- Convertidores : intentan a toda costa que los que no lo ven, lo vean.

b- Teóricos: Son aquellos que como yo, se rompen el cráneo deduciendo teorías, ecuaciones, situaciones, diálogos, etc. para tratar de adelantarse a lo que en verdad sucede en la isla.

c- Enfermos: Ven las temporadas dos o tres veces seguidas mientras esperan el inicio de la nueva.

d- Místicos: Creen que Lost es una muestra en Tele de lo que siempre se explica como "la voluntad de Dios", o sea, todo lo que no tiene explciación.

e- Desinteresados: Los que dicen "está buena... pero..." Ellos, evidentemente, no entienden Lost.

Les propongo, queridos lectores, que comenten esta entrada de manera Lostiana.... Ustedes sabrán que hacer.

Sean felices, porque el que yace a la sombra de la estatua nos liberará a todos!!!

sábado, 30 de mayo de 2009

Soledad

Flores negras para la soledad.
Arrancada de la vida, en un minuto.
Lágrimas derramadas ante el odio
Ante la necesidad de los por qué.

Flores negras sobre las sábanas.
Manchas de tristeza, rojas.
Silencio y marcha por lo que no fue.
Por los que erraron, los que mataron.

Flores negras entre las cenizas
De tu pelo largo revuelto y mío.
Dolor en colores grises por el adiós
Por el nunca más, por la juventud.

Y yo, buscando molinos.
Y vos, quijote enamorado.
Y yo, repartiendo abrazos
Y vos, intentando encontrarte.

Flores negras para la soledad.
Para los caídos con las manos rotas
Para los que te buscan y llaman
Para los que alguna vez te amamos.

viernes, 22 de mayo de 2009

La ticher

La ticher es ante todo, mujer. (mujé). La conocí allá por 1989 (faaaaa) cuando se presentó como la profesora del 2° 2° TT del comercial. Obvio, daba inglés. Ese año, poca bola... Lo normal entre alumno y ticher.
Al año siguiente, grupo más reducido de gente, me conoció un poco más... y se dió cuenta que algo pasaba. Yo, por aquella época, y en un acto de rebeldía, me había ido de mi casa. Se lo conté. Hablamos mucho. Y comencé a llamarla Laura. Al año siguiente, comencé a dejarle papelitos en el parabrisa del auto cuando lo veía estacionado por ahí. Podríamos hacer hoy un blog, con esas notitas. Ese año, la ticher me puso un NDI (NO ALCANZÓ, DEDICACIÓN INSUFICIENTE). Cómo verán el inglés nunca fue mi pasión. Pero se lo perdoné, y en una lección oral, lo recuperé.
(tomá).
Llegó quinto, y nos pusieron una boluda de profesora, que por suerte duró poco. Y la ticher volvió a nosotros. En la primer prueba que ella tomó en quinto, me enganchó macheteándome. (Y ya con la confianza adquirida), se acercó a mi banco, y al oido me dijo : "Guardá eso porque te mato" . Yo, sumiso, y avergonzado (porque era ELLA, con la otra hubiera seguido copiándome), pedí perdón y lo guardé.
Cerca de fin de año, teníamos que elegir un profe que nos entregue el diploma. Obvio, yo la elegí a ella. En la entrega de diplomas hice oficial nuestra amistad, medio en clave, pero ella lo captó... Me regaló una lapicera re linda con mis iniciales, y yo le regalé mi complicidad eternamente.
Años después fuimos colegas, en el mismo colegio donde yo había estudiado. Pero siempre amigos... Con palabras y frases que son sólo nuestras:
"mujé"
"gon...cómo hago para...."
"al pie del cañón"
y algunas más....
Hoy, la ticher cumple "unapiladeañosqueniquierocalcular" .... Hoy le debo decir en perfecto inglés "Japi verdi".
Te quiero.... Gon.

martes, 19 de mayo de 2009

Inspiraciones


Hace algunos años ya, jugaba a escuchar varios temas de un cantante que me guste, y a escribir, de cada tema, una frase... No necesariamente textual, sino más bien, volada.

Acá lo escrito en el 2001, con Joaquín Sabina, por supuesto.



TEMA 1: Serás la víctima de tu verdugo, y yo seré esa sombra que caerá por las noches... consolándote.

TEMA 2: Y si algunas ves presientes que me alejo, no temas, será para volver algo más entero.

TEMA 3: Después de esa locura que nos envuelve, por las calles más porteñas, nos buscaremos, sin encontrarnos, sin lograr apagar el fuego.

TEMA 4: Y casi hacia el final, quizás alguna vez despiertes a mi lado, y no entiendas por qué, ni cómo, ni cuándo.

TEMA 5: Entenderás entonces, que el amor, es un animal muy sucio, que devora a su paso, todo, todo.

TEMA 6: Y sin embargo, te quiero.

TEMA 7: El miedo nos envuelve, como esa noche donde el polaco se dio por vencido.

TEMA 8: No quiero verte, quiero estar. Ser más yo con vos // Cambiarte, y cambiarme.

TEMA 9: Y jugamos, en el auto, en el telo, en un barrio perdido.

TEMA 10: Y la gente, desde la inútil necesidad de entender, nos observa perplejos, perdidos y envidiosos.

TEMA 11: No vuelvas la mirada del pecado hacia atrás, no sirve de nada.

TEMA 12: Y cuando amanezca, después de la resaca, me robarás los mejores versos, aquellos que todavía no escribí.

TEMA 13: Entonces, recién entonces, comprenderás mi locura.

GONZALO.- Agosto de 2001

viernes, 15 de mayo de 2009

El batido de Lost


Todo es un gran batido, nadie entiende nada, aunque todos podríamos hablar horas sobre teorías y conspiraciones.
El gordo loco y rico, la chica mala, la sicóloga loca, el doctor drogón, el músico adicto, los coreanos mafiosos, la rubia tonta, el chico lindo, el musulmán que tortura (y sin embargo nos cae tan bien…), el pelado, el dentista, el dibujante fracasado, el nene con el perro, la mujer con cáncer, el malo de ojos claros, la rubia que es mala o buena, el sureño canchero, la policía asesina, la francesa solitaria, el que apretaba el botón, la que lo buscaba y lo esperaba cómo la Penélope mitológica, el cura negro y narco, el cura negro y bueno, los brasileros al pedo, dos osos, muchas plantas, muchas cuevas, la estatua, la hija muerta, las barbas falsas, el humo negro, el científico, la rubia embarazada, la pelirroja sexy, el bebé con nombre bíblico, la vieja misteriosa, la cabaña vacía, Ricardus?????? , Jacob y su misterio, el otro, los otros, los hostiles, Roger, Horace, Ethan, los nenes, la azafata….
Todos ellos se mezclan en viajes en el tiempo, en bombas atómicas, en lugares donde no deberían y están, en las idas y las vueltas, en los muertos que vuelven, en los que no, en la energía magnética, en la ecuación que debe ser modificada, 4 8 15 16 23 o 42 veces.
En los malos redimidos, los buenos que se vengan, los que sanan y los que enferman por no tener fe.
En los castigados y los perdonados, en la mitología egipcia, en la griega, en la biblia que nos tira nombres y datos que no entendemos bien.
Cómo alguien puede seguir una serie que hable de todo eso. Cómo alguien puede creer que algo de esto tiene sentido.
Olviden, y serán felices, aunque ignorantes.

jueves, 14 de mayo de 2009

Shhhhh

Van y vienen condenándonos a todos a la espera constante y aburrida.
Son los amigos de lo ingrato, extranjeros en cualquier lugar y ante todo, desalmados.
Van y vienen diciendo “amor” cuando en verdad dicen miedo.
No tienen vergüenza, tan solo porque no tienen nadie que los juzgue.
Van y vienen matándonos de a poco, haciendo barreras en mi vida, en la nuestra.
Son los secretistas del secreto, los guardianes de lo que alguna vez fue nuestro.
Van y vienen olvidando todo a su paso, no llaman, no visitan, no aparecen.
No tienen respeto a los recuerdos, no sienten el abandono en que nos dejan.
Van y vienen, sin llevarnos nunca, o sin traernos de regreso.
Son los tuyos, los míos y los nuestros.
Van y vienen.
Son, y no tienen.

viernes, 8 de mayo de 2009

Carolina Aguirre, la perfecta mentirosa.


Durante mucho tiempo leí Bestiaria (http://bestiaria.blogspot.com/) la encontré navegando por internet, de casualidad. El año pasado, me fasciné y cagué de risa con los enojos de Carolina en La Peleadora (http://www.criticadigital.com/lapeleadora/, allí estaba claro que era Carolina Aguirre la autora de ambos blogs...
En diciembre del año pasado una amiga me dice "Gordo, ¿leíste Ciega a citas ? Está mortal" y lo busqué y me enganchó mal, y lo leí (http://www.ciegaacitas.com/blog/el-principio/).
Ciega a citas estaba escrito por LG. (Lucía González). Tan bueno fue que pronto se editó en un libro, y ya se habla de que llega a la tele.
Hasta acá, todo bien. Esta semana, para sorpresa de muchos, nos enteramos que LG no es otra que Bestiaria, no es otra que la misma Carolina Aguirre. Que nos mintió de manera tan burda, tan exquisita, tan sublime, tan maravillosa a todos sus lectores.
No se si alguna vez Carolina leerá esto, pero si así es, debo decirte que sos grosa!!!Que te admiro, y que me arrancás sonrisas cientos de veces.
Quiero contarles, que Ciega a citas no es un blog más, llegó a tener días de 15.000 visitas, miles de comentarios, etc.
Bueno, la invitación a la buena lectura está hecha. Simplemente, sigan los links.
Saludos a todos.

lunes, 4 de mayo de 2009

Instrucciones para salvar el odio eternamente

Si ella se va no la perdones.
Si te deja cultiva bien tu odio.
Nunca seas generoso en olvido, si ella se va.
Si te deja no digas adiós
o "qué vamos a hacerle", no pidas perdón.
No repases vuestras fotos
y, mirándole a los ojos,
regálale eterno tu odio.

Si ella se va no trates nunca de entenderla.
Maldice sus pasos.
Nunca creas sus despedidas, sus promesas, su explicación.
Y provoca llanto y dolor,
que queme su conciencia como el sol,
que el adiós le corte como una cuchilla.
No te confundas ella, es la asesina.

Porque cuando ella se va
alguien la esperará en la esquina.
En otros brazos reirá con otras mentiras,
dirá "Te amo, cuánto tiempo te he estado esperando".
Y te olvidará, todo habrá muerto,
y aquel otoño nunca habrá sido vuestro.
Para qué mentir, que ella se lleve,
aunque dure poco, tu odio para siempre.


<¿Sabéis qué es lo peor del amor cuando se acaba? Que se acaba.
Y aún así nosotros intentamos eludir la culpa y mentimos. Y seguimos mintiendo y somos capaces de ir más allá y decimos "no te preocupes, si yo estaré bien", "yo lo que siempre he querido es que tú seas feliz, además el tío con el que te vas, es un tío de puta madre".
Y bueno, tú y yo sabemos que no es cierto... es un pringao y no van a durar ni dos meses, y más con el carácter que tiene ella. Pero aún así decimos que es un tío que te cagas... o un buen hombre que también jode lo suyo porque no se sabe lo que estás diciendo... ¿buen hombre? ahí hay ritintín ¿verdad?... No digáis nunca de mí que soy un buen hombre por favor, decid que soy un troncazo, enrollao, un pringui de la vida... un buen hombre no.
Y nos estaremos preguntando si la llevará a los mismos sitios a los que te llevaba a ti, si se dirán las mismas mentiras, si se enfadarán por las mismas cosas y lo que es peor, si se reconciliarán de las misma forma. Y te devanas los sesos preguntándonos qué ocurrirá y qué pasará y en fin...
Pero ya está bien, si ella se va, cultivemos el odio, declaremos la guerra, porque, no sé, quizá nos sintamos mejor, aunque yo creo que no, yo creo que como todas las canciones de amor está también está llena de mentiras.
Cuando decimos si ella se va..., lo que queremos decir es que si te vas, que no sea muy lejos ni por mucho tiempo.>>
Ismael Serrano

miércoles, 29 de abril de 2009

Apótoles 12


El 26 de agosto de un año de malos recuerdos, vino al mundo con los ojos bien abiertos, como deseando observarlo todo, confundido, temeroso, pero a la vez con esa sabiduría que sólo tienen los recién nacidos, en silencio. Decidieron no ponerle nombre, lo llamarían “él”.
Sus padres creyeron que sería mudo. Jamás, hasta que cumplió los 5 años, habló.
Los médicos no encontraban explicación, las curanderas del barrio no daban con el remedio santo que lo haga hablar. Él solo gesticulaba cuando le preguntaban algo. Y cuándo le preguntaba por qué no hablaba levantaba sus hombros como diciendo “porque no tengo nada para decir”.
El 26 de agosto de ese cumpleaños número 5, la vio entre las polleras de las tías. Era rubia, de ojos celestres trasparentes. Pensó que si Dios existía, tendría esos ojos.
Su prima Juana le sonrió… y ante el asombro de todos los presentes, él dijo con una voz clara “Hola”. Y volvió a callar.
Juana pasó a ser la excepción a la regla. Con Juana hablaba, con Juana reía. Aunque su ausencia marcara una vez el enmudecimiento que signó su vida.
Creció sin escuelas, sin maestros, sin curas. Creció esperando los domingos y la siesta después del almuerzo familiar. La hora pactada para que Juana entrara en su mundo y él en el de ella. Serían cómplices, ella le contaba todo, y él moría fascinado ante el cuerpo que la joven Juana iba trayendo domingo a domingo.
Los adultos, empezaron a sospechar. No era normal que dos adolescentes se encerraran horas a hablar en el cuartito oscuro del fondo. Algo estarían haciendo, y eran primos, Dios nos libre.
Comenzaron a planear toda clase de artilugios para escucharlos, para espiarlos. Pero Juana y su primo los descubrían siempre, y los anulaban. Todo intento de espiarlos se veía frustrado por la inteligencia de los primos.
Y entre risas y complicidades, nació el amor. Juntos descubrieron lo mágico del cuerpo del otro. Se acariciaron en la oscuridad, bajo el calor de las chapas del cuartito del fondo.
Y los adultos, no tuvieron más remedio que cortar por lo sano. El domingo siguiente ni Juana ni sus padres vinieron a almorzar.
Él por primera vez en 14 años lloró. Se encerró en el cuartito y buscó su olor sin encontrarlo. Estiró su mano en la oscuridad sin tocarla. Preguntó al aire si lo había extrañado y nada contestó su súplica.
Los adultos en la mesa reían y triunfantes se relajaron de la aberración que evitaron.
Esa noche, todos escucharían la voz que por años se mantuvo muda.
Mientras recorría uno a uno los cuartos de la vieja casa, clavando un hierro viejo y oxidado en el pecho de los que le habían robado todo. Y gritando, que se lo merecían, que le habían quitado las ganas de seguir callado.
La carnicería fue tremenda. Abuelos, padres, hermanos, y la tía que se quiso quedar a dormir fueron encontrados masacrados, aplastados, desfigurados bajo el odio y la potencia de una voz que nunca hubiesen querido escuchar.
Finalmente, al amanecer, fue al cuarto del fondo, y se sentó a esperar. Espero horas, días, semanas, meses. Esperó que Juana regresara a charlar con él. Quizás aún espera, entre el olor de muerte y el silencio de la casa, a una Juana que ya conoció a otro hombre, que ya es mujer, que ya se olvidó de él.
Él, sin nombre, es el último apóstol de esta historia.

martes, 21 de abril de 2009

Barquito de papel

Hoy, Hernán Nadal no recordó cómo armar un barquito de papel… Y yo comenté “¿Cuántas cosas olvidamos cuando crecemos, no?”
Y me quedé pensando en ello. De chico yo sabía jugar a la bolita, me sabía de memoria las reglas del “OPI”, del gallito ciego, de la quema. Podía recitar cómo el Padre Nuestro una lista interminable de súper héroes, de mutantes, de figuritas difíciles de encontrar en “La máquina del tiempo”.
Jugaba a “la tapadita”, a la mancha venenosa, veía Invasión Extraterrestre y me cagaba de miedo!! Era fanático de Odisea Burbujas, de Aprendijuegos….
En el barrio había gente que jugaba al Mensú, al elástico, a la escondida… Creo que algunos siguen escondidos.
Pero yo, olvidé algunas cosas. Como Hernán, no recuerdo cómo se hacia un barquito de papel, ni un gorrito de pintor, ni siquiera… un avioncito de esos que tirábamos al techo recubierto de telgopor del aula del quinto grado.
Yo olvidé, y me da mucha bronca.
Éramos tan sabios, tan inteligentes, que sólo aprendíamos aquellas cosas que nos serían útiles en ese instante, en esos días. No nos interesaba el dólar, la crisis, los 5 presidentes en una semana, Bush, la droga, los curas abusadores, los muros de zona norte, la derecha, la izquierda o el medio. Sólo vivíamos el hoy, y si teníamos un poco de suerte, ese "hoy" era buenísmo. Quiero volver a jugar, a perderme...
Los invito a jugar conmigo, a gritar bien fuerte de una puta vez Piedra libre para todos mis compañeros………!!!!

martes, 7 de abril de 2009

El Amor


Khalil Gibran, en "El profeta", nos habla de muchas de esas cosas que nos dejan tecleando en la vida... Aquí les acerco el fragmento sobre el amor...

"Dijo Almitra: Háblanos del Amor.
Y él levantó la cabeza, miró a la gente y una quietud descendió sobre todos. Entonces, dijo con gran
voz:
Cuando el amor os llame, seguidlo.
Y cuando su camino sea duro y difícil.
Y cuando sus alas os envuelvan, entregaos. Aunque la espada entre ellas escondida os hiriera.
Y cuando os hable, creed en él. Aunque su voz destroce nuestros sueños, tal cómo el viento norte
devasta los jardines.
Porque, así como el amor os corona, así os crucifica.
Así como os acrece, así os poda.
Así como asciende a lo más alto y acaricia vuestras más tiernas ramas, que se estremecen bajo el
sol, así descenderá hasta vuestras raíces y las sacudirá en un abrazo con la tierra.
Como trigo en gavillas él os une a vosotros mismos.
Os desgarra para desnudaros.
Os cierne, para libraros de vuestras coberturas.
Os pulveriza hasta volveros blancos.
Os amasa, hasta que estéis flexibles y dóciles.
Y os asigna luego a su fuego sagrado, para que podáis convertiros en sagrado pan para la fiesta
sagrada de Dios.
Todo esto hará el amor en vosotros para que podáis conocer los secretos de vuestro corazón y
convertiros, por ese conocimiento, en un fragmento del corazón de la Vida.
Pero si, en vuestro miedo, buscáreis solamente la paz y el placer del amor, entonces, es mejor que
cubráis vuestra desnudez y os alejéis de sus umbrales.
Hacia un mundo sin primaveras donde reiréis, pero no con toda vuestra risa, y lloraréis, pero no con
todas vuestras lágrimas.
El amor no da nada más a sí mismo y no toma nada más que de sí mismo.
El amor no posee ni es poseído.
Porque el amor es suficiente para el amor.
Cuando améis no debéis decir: "Dios está en mi corazón", sino más bien: "Yo estoy en el corazón
de.Dios."
Y pensad que no podéis dirigir el curso del amor porque él si os encuentra dignos, dirigirá vuestro
curso.
El amor no tiene otro deseo que el de realizarse.
Pero, si amáis y debe la necesidad tener deseos, que vuestros deseos sean éstos:
Fundirse y ser como un arroyo que canta su melodía a la noche.
Saber del dolor de la demasiada ternura.
Ser herido por nuestro propio conocimiento del amor. Y sangrar voluntaria y alegremente.
Despertarse al amanecer con un alado corazón y dar gracias por otro día de amor.
Descansar al mediodía y meditar el éxtasis de amar. Volver al hogar con gratitud en el atardecer.
Y dormir con una plegaria por el amado en el corazón y una canción de alabanza en los labios."

martes, 31 de marzo de 2009

Raúl Alfonsín


Cartas de amor

Desde hace más de 5.000 años, los hombres utilizan la escritura para comunicarse. Alguien a quién admiro me dijo una vez que no había nada que no pudiera ser expresado en palabras... Yo creo que existen cosas que van más allá, pero comprendí que son muy pocas.
Escribir es comunicarse, es entregar el alma a un papel en blanco. Escribir una carta a un ser amado, es darte por completo al juego de la fe, del amor y de la pasión.
Escribir una carta de amor, es ante todo, un acto de valentía.
Comparto con ustedes una de las cartas más lindas de la historia argentina. La escribió María Guadalupe Cuenca, a su amado... Mariano Moreno. Ella pensaba en su marido en Londres, pero Mariano, envenenado, ya descanzaba en el fondo del mar.
(mantengo el formato original de la escritura colonial)
Bs.As., 14 de marzo de 1811.
Mi querido y estimado dueño de mi corazon me alegrare qe lo pases bien y qe al recivo de esta estés yá en tu gran casa con comodidad y qe Dios te dé acierto en tus empresas; tu hijo y toda tu familia quéda bueno pero yo con muchas fluctuaciones y el dolor en las costillas qe no se me quita y cada vez va a más; estoy en cura, me asiste Argerich, se me aumentan mis males al verme sin vos y de pensar morirme sin verte y sin tu amable compania, todo me fastidia, todo me entristece, las bromas de Micaela me enternecen pr qe tengo el corazón más pa llorar qe pa reír, y asi mi querido Moreno, si no te perjudicas procura benirte lo más pronto qe puedas ó si no aseme llevar pr qe sin vos no puedo vivir, la casa me parese sin gente, no tengo gusto para nada de conciderar qe estés enfermo ó triste sin tener tu muger y tu hijo qe te consuelen y participen de tus disgustos; ¿ó quisás ya abres encontrado alguna ynglesa qe ocupe mi lugar? no aga eso Moreno, cuando te tiente alguna inglesa acordate qe tenés una muger fiel a quien ofendés después de Dios: El inglés qe bino con Dn Alejandro dias antes qe te embarcaras bino anteayer y me dijo qe si queria escrivirte, y sin embargo de aberte escrito hace ocho días te buelbo a escribir pues no me queda otro consuelo y no te enojes de qe te caliente la cabesa con mis cartas, no dejes de escrivirme en cuanto barco salga y abisarme todo, ya basta de guardar secretos de tu muger. Fr Cayetano no te escrive pr qe anda muy ocupado, lo han echo Provincial . Peña ya se recivió. Bustamante ya bino y Agrelo me ago cargo qe estará muerto de envidia de ver qe se le ha escapado el ser fiscal. Todos los dias nos asustan con Elío, dicen qe biene a bombear; en la otra banda se han levantado contra los de montevideo, salió haora dias Moldes con 600 hombres a la otra banda, Vieites á salido a comición no se sabe donde. Bustamante estubo a verme y todos tus amigos a ofrecérseme. El cuarto está sin alquilar hase un mes, la negra grande esta echa un monstruo de ese empeine en la cara; no ay quien la compre boy a ver si la puedo bolber, me dicen qe es lepra, el médico dice qe es un empeine terrible, el negro va vien, la negra chica siempre perversa, no la vendo todavia de miedo de qe me toque otra peor; nuestro hijo sigue en la escuela, siempre flaquito, le há dado en cara el vino y sólo cuando le digo qe tome a tu salud lo toma. Te resa al lebantarse y al acostarse y me dice mi madre todo lo qe reso en la escuela lo ofresco para mi padre, y el modo de ofrecer es diciendo estas oraciones: te ofrezco pr qe le des buen viaje y lo traigas pronto: darás expreciones a Manuel de y qe te cuide; recivan los dos muchas expreciones de tu madre tus hermanas Marianito y la Marzela y toda la familia y hace lo qe tu madre te dice del cumplimiento de Iglecia, y Dios te dé muchos años de vida y salud para el consuelo, amparo y bien de ésta tu desconsolada esposa
Maria Guadalupe Moreno.

martes, 24 de marzo de 2009

30.000 razones

Los dinosaurios
Los amigos del barrio pueden desaparecer
Los cantores de radio pueden desaparecer
Los que están en los diarios pueden desaparecer
La persona que amas puede desaparecer.
Los que están en el aire pueden desaparecer en el aire
Los que están en la calle pueden desaparecer en la calle.
Los amigos del barrio pueden desaparecer,
Pero los dinosaurios van a desaparecer.
No estoy tranquilo mi amor,
Hoy es sábado a la noche,
Un amigo está en cana.
Oh mi amor
Desaparece el mundo
Si los pesados mi amor llevan todo ese montón de equipajes en la mano
Oh mi amor yo quiero estar liviano.
Cuando el mundo tira para abajo
es mejor no estar atado a nada
Imaginen a los dinosaurios en la cama
Cuando el mundo tira para abajo
es mejor no estar atado a nada
Imaginen a los dinosaurios en la cama
Los amigos del barrio pueden desaparecer
Los cantores de radio pueden desaparecer
Los que están en los diarios pueden desaparecer
La persona que amas puede desaparecer.
Los que están en el aire pueden desaparecer en el aire
Los que están en la calle pueden desaparecer en la calle.
Los amigos del barrio pueden desaparecer,
Pero los dinosaurios van a desaparecer.
Charly García

lunes, 16 de marzo de 2009

Destinado a tus caprichos

Subí, bajá, pará, seguí.
Vení, andá, callá, hablá.
Amá, odiá, salí, entrá.
Viví, morí, nacé y matá.

domingo, 15 de marzo de 2009

cambio de hora


Ayer tuvimos que atrazar los relojes de la "zona este" una hora. O sea, ganamos una. Tuvimos un sábado de 25 horas. Ojalá, todos los sábado fueran así...
En una hora se pueden hacer tantas cosas...
Podemos planear un crímen, y quizás llevarlo a cabo. Podemos mirar un capítulo de Lost. Comer algo, visitar un amigo, hacer una carta de amor, ir al baño, acariciar a alguien, jugar con los animales, mirar el reloj, ver la tele, estudiar, leer, boludear, webear, cantar 15 canciones, jugar a los palitos chinos, ordenar el ropero, limpiar el living, jugar al ring raje, hacer bolitas de mocos, mirar fotos viejas, lustrar zapatos, escribir mails, ducharnos, regar las plantas, tener sexo, pintar un cuadro pequeño, escribir un poema, copiar un cd, ir y volver a Mar del plata en avión, hacer el amor, ver medio recital, quejarnos por todo, hacer tortas fritas, dormir, cocinar, ir de compras, hacer 7 cuadras en colectivo en Capital, rascarnos las partes, leer la guía de teléfono desde Abal hasta Concepción, caminar, pensar de nuevo el crímen, jugar al truco, perder en el bingo, llamar por teléfono a alguien con quién no hablamos hace tiempo, cortarnos las uñas, bailar, volver a tener sexo, sacar las basura, lavar los platos, o simplemente, no hacer nada.
Ayer nos regalaron una hora... y vos, ¿En qué la usaste?.



martes, 10 de marzo de 2009

Apóstoles 11


Simón

Cuando terminó su luna de miel, Simón notó la primera alteración en los colores.
Las hojas que siempre habían sido verdes en lo árboles del fondo de su casa, ahora eran negras. Lo comentó con Hilda, su mujer. Ella lo miró extrañada y le habló del daltonismo. Fueron juntos al médico. Los estudios indicaron que Simón no era daltónico.
Dejó de hablar del tema. Tiempo después, su perro, un ovejero alemán, se tiñó de un amarillo patito desagradable y chillón.
Siguió el cielo, que pasó de celeste a verde, las nubes que ahora eran verde fluo, la fachada de su casa, que siempre fue impecablemente blanca, ahora era para él, y sólo para él, azul.
Hilda lo notaba raro, le preguntaba casi todos los días qué le pasaba. Pero Simón mentía con un “nada, mi amor”.
Fueron pasando los años, Simón le tomó miedo a la vida. Y más aún, cuando notó que las alteraciones no la sufrían sólo los colores, sino también los olores. El café con leche olía a nafta, la naftalina que Hilda ponía en los bolsillos de sus trajes al colgarlos en el ropero olía a rosas, el tuco a leche cortada, los eucaliptos a café, y la menta fresca que le agregaba al mate, a limón.
Aguantó en silencio la nafta de cada desayuno, las arcadas contenidas lo mataban por dentro.
Ya no era un pibe, pisando casi los cincuenta años, todo se le hacía más difícil.
Los colores y los olores siguieron alterándose con los años, e incluso, comenzaron a variar. Cómo para que no se acostumbre…
El cielo verde ahora era blanco, las nubes rojas, su casa rosa, el mate olía a papel mojado, el café a pucho apagado en el cenicero.
Simón finalmente lo comprendió. Se estaba volviendo loco. Y sin embargo, todo lo demás era tan asquerosamente normal.
Hilda lo encontró una noche oliendo las rosas del jardín, y lo observó en silencio. La cara de asco que le producía oler aquellas flores la dejó perpleja.
Y esa noche, bajo las estrellas que brillaban amarillas en el cielo, le habló de la posibilidad de una internación.
Simón, sumisamente, sonrió y asintió. Una semana más tarde llegaron con un bolso con ropa a la clínica que recomendó un médico amigo del matrimonio.
Las enfermeras con sus trajes negros asustaron al viejo Simón. Los pasillos violetas, el olor a guiso de lentejas mezclado con vinagre, le indicaron que el fin estaba cerca.
Habló con médicos, y contó todo. Aunque sabía que ninguno le creía. Esa noche la luna verde le habló. Le indicó los pasos a seguir…
Simón salió de su habitación cuando la luna dio la orden, ningún enfermero custodiaba en ese momento, subió las escaleras que encontró a su izquierda, hasta la terraza donde encontraría cómo le dijo la luna, la puerta abierta. Y así fue. Atravesó las baldosas rosa fósforo hasta la cornisa, y allí, el olor de la noche lo embriagó. Era un aroma mezclado, indefinido, donde se adivinaba el anís, la vainilla, y el kerosene.
Simón saltó cómo la luna, ahora blanca y pálida, le indicó. Su cabeza se reventó contra la acera. Su sangre de un rojo intenso brotó a su alrededor. Simón murió con los ojos abiertos, mirando como en ese segundo final, el cielo de la noche volvía a ser negro, las estrellas azules y brillantes gracias a la blanca luz de la luna.
Simón es el undécimo de los apóstoles de esta historia.

lunes, 9 de marzo de 2009

Inmortales

Hermano, el amor te tocó de cerca. Cuidalo. Pase lo que pase, ese amor es inmortal, porque para vos fue a primera vista…Y sí, diremos lo de siempre ¿Acaso existen otros?.
Cuidalo, y cuidate vos. Crecé con ella lo que te falte crecer. Abrazala, tocala, hacela tuya y protegela.
Que tus manos sean el bálsamo que ella necesita para hallar la paz. Que tus deseos sean en ella la alquimia perfecta de emociones fuertes. Que tus besos la maten, cada día, cada noche, mientras su mente se pierde en vos.
Pero, no te apures. ¡Tenés tanto por delante! Y no hay peor enemigo en este juego de rayuela que saltar de la tierra al cielo sin caminar, a veces, en una sola pata por todos los casilleros. Creeme, mantené las distancias, respetá los tiempos, y prepará tu entrada triunfal a la cancha sólo cuando el césped esté listo. Antes, es perder por goleada, es terminar viviendo donde habita el olvido.
Hermano, correr para crear acá el mundo de delfines, no sirve. Lo mágico, es caminar hasta que ese mundo grite: ¡conquistado!, bajo tus pies. Bajo los de ella. Esa, es la única manera de ser inmortal.

viernes, 6 de marzo de 2009

La dulce Carola

Ismael Serrano además de ser un buen compositor, un buen cantante, es un buen creador de historias…Comparto con ustedes la historia de “La dulce Carola”, tómense unos minutos y disfruten… déjense llevar. Este año, la llevan al cine, pueden ver algunas cosas de esta historia en http://www.elhombrequecorriatraselviento.com/ al final del post pueden ver el spot promocional de la peli. Salud!
La dulce Carola
Yo conozco la historia de un tipo que se enamoró desde una ventana. Es la historia de un amigo, vive en México, en el D.F., trabaja en la octava planta de un edificio, en unas oficinas en el centro de la ciudad.Y un día, estaba con la mirada perdida en el smog del D.F. cuando bajó la mirada del cielo a la calle; o más bien del smog al cielo, porque allí estaba ella, la dulce Carola, de belleza soberbia, radiante cruzaba la calle, y a sus pasos se detenía toda la ciudad. En frente, había un edificio en obras, y todos detenían su ritmo frenético para observar aquella mujer.Un obrero estuvo tentado de lanzarle un piropo, pero el de al lado le dio un codazo para callarlo; tal era el silencio litúrgico que imponía esa mujer. Y mi amigo se quedó embobado mirando aquella mujer, cruzando la calle…
Ella iba pensando en lo suyo, pensando quizás en lo duro que iba a ser su nuevo trabajo en el restaurante de la esquina. Se quedó embobado viendo cómo la puerta del restaurante devoraba a aquella mujer menuda, y supo mi amigo que nada sería igual.A la mañana siguiente, después de haber estado toda la noche pensando en aquella mujer, mi amigo salió a la ventana, se asomó… Y allí la encontró.
Y aquella cita era diaria, aquella cita se convirtió en una obsesión; día a tras día mi amigo se asomaba a la ventana y la veía pasar, se preguntaba como sería ella, como sería su vida, como despertaría, como dormiría. Pasaban los días, y pasaban los meses, y mi amigo a veces creía percibir el perfume de ella desde lo alto del edificio, fíjate.
Creía escucharla tararear una canción y la melodía le perseguía durante todo el día. Y pasaban los meses, y pasaron años… Y mi amigo asomado a la ventana, preocupándose cuando la veía caminar bajo la lluvia sin paraguas, preocupado cuando la creía ver mas delgada…
Paso mucho tiempo, y muchas veces estuvo tentado de bajar los ocho pisos para decirle a aquella mujer, que: ¡que diablos! que la amaba. Pero no lo hizo.Y paso mucho tiempo, cuatro años asomado a la ventana, y planeando el momento preciso para acercarse a ella…
Y por fin tomo una decisión: sería este día. Ese día terrible, mi amigo se sorprendió un poco cuando no la vio pasar por debajo de su ventana, pero aún así se fue a buscarla al restaurante; buscó a Carola entre las mesas pero no la encontró, así que preguntó al encargado. Le dijo que Carola se había marchado, no del restaurante, del D.F… Se había ido a Acapulco con su familia, y no iba a volver más…Y mi amigo supo del sabor amargo de la derrota. Supo que aquella mujer no volvería a cruzar por debajo de su ventana, y subió los ocho piso arrastrando los pies, y no se sorprendió cuando en la octava planta encontró a todo el mundo alborotado, de un lado para otro, frenéticos.
Alguien con el rostro desencajado le dijo que la empresa había quebrado, que estaban en la bancarrota, así que todos en la calle. En un día había perdido todo: la mujer que amaba, el trabajo,… Volvió para casa, no muy sorprendido, todo encajaba. El mundo se derrumbaba y lo hacía todo de una vezDurante mucho tiempo estuvo abandonándose en casa, sin saber que hacer, y solamente pensando en la dulce Carola. Primero sin el valor para salir a buscarla a Acapulco, y luego sin la plata necesaria. Pasó otro año, 5 años desde que vio a Carola por primera vez, y decidió, pues, tomar una decisión.
Empezó a buscar trabajo, pero mi amigo tenia 39 años, y en México no es fácil encontrar trabajo a esa edad, porque ya no eres el joven agresivo que buscan las empresas, sabes?, y en todas las entrevistas de trabajo le decían que no y que no. Así que mi amigo decidió tomar una decisión que cambió su vida.Decidió buscar a un coyote (un coyote en México es un tipo que se dedica a negocios turbios).
Veréis, mi amigo buscaría a un coyote para que le hiciese una falsificación de la partida de nacimiento; mi amigo bien podría aparentar 34, así que le pediría al coyote una partida de nacimiento que dijera que tiene 34 para así poder acceder a algún puesto de trabajo.
Así pues, mi amigo se fue para la Plaza de Santo Domingo, cerca del Zócalo, donde están los coyotes…Y ahí tienes a mi amigo perdido, colgado de un lado para otro. Se acabó perdiendo entre las callejuelas, y apareció en un callejón inhóspito, en un portal antiguo, viejo. Observó como un anciano le sonreía y le hacia señas para que le siguiera. Mi amigo siguió a aquel misterioso hombre, y supo que era un coyote.Le dijo: - yo soy tu hombre, se lo que necesitas,- si ya se, necesito una partida de nacimiento que falsifique que tengo 34,- vale, vale, dame tus datos. Empezó a tomar datos, y mientras tomaba datos, el viejo coyote, le dijo:-¿ Alguna vez estuviste en Acapulco? Y a mi amigo le dio un vuelco al corazón y se deshacía en el ácido del recuerdo,
- Nunca.-
El viejo le dijo: ” Veras, yo vivo cerca de la autopista hacia Acapulco, cerca de Tepozán, ¿Conoces la curva del autopista?” ¿conocéis la leyenda, verdad?, mi amigo también; la del fantasma que hacía autostop en el mismo sitio, que se subía en el primer coche y desaparecía en la misma curva en que se mato… Aquella carretera estaba deshabitada. Casi nadie pasaba por allí por miedo al fantasma. mi amigo asintió, y el viejo le dijo: “Pues veras, muchas veces he estado tentado de agarrar la autopista para Acapulco y empezar de nuevo… Espera un momento”. Y mi amigo, se quedó pensando en Acapulco y mil huidas.
Al rato vino el viejo coyote, con los documentos falsos, y se fue para casa. Aquella noche sólo pudo dormir con el recuerdo de la dulce Carola.A la mañana, el teléfono sonó bien temprano. Alguien al otro lado le decía: “Oye que tienes que venir a la reunión, que es urgentísimo, que tienes que estar aquí, vente para la oficina!”. Y mi amigo colgó el teléfono, maldiciendo al tipo al otro lado de la línea: “¡la oficina!..bah”. El caso es que antes de despedirse, el coyote le había dicho: “Ten cuidado, vuelves a tener 34 años, no repitas lo errores”.
Y pensó en las palabras del coyote mientras se despertaba; encendió la radio, y en la radio las noticias de otras veces… Mi amigo buscando los papeles del coyote; no los encontraba… De repente alguien dijo la fecha: era la de hacía 5 años. Bajó corriendo las escaleras y compró el primer periódico que vio. Miró la fecha… y era la de hacía cinco años. Volvía tener 34 años. Agarró el primer taxi que vio, se fue para su oficina volando, subió las ocho plantas corriendo, y allí estaba todo igual: su mismo despacho, la misma gente…Y la misma ventana.
Mi amigo se acercó a ella, se asomó y su aliento se detuvo; como toda la ciudad, al paso de la dulce Carola. Todo empezaba de nuevo.
Ahí tienes a mi amigo, con todo el futuro por delante, o con todo el pasado, no se muy bien. Volviendo a mirar por la ventana y encontrándose con aquella mujer; ahora jugaba con ventaja, porque conocía los plazos del tiempo que le quedaba. Aún así, dejó pasar el primer año deleitándose, asomándose por la ventana, y planificando bien la declaración de amor; pensando en la pose precisa, en las palabras adecuadas, y dejó pasar el tiempo.
Un día se presentó en el restaurante a la hora de comer, se sentó en la primera mesa que vio libre, y vio a Carola, deambulando entre las mesas, se acercó, se puso delante de él, y le dijo: “¿Qué desea?”. Aquel era el momento, ésa era su oportunidad, así que su garganta se tensó como una guitarra, y mirándola le dijo:“Una sopa de cebolla y un filete de ráchela bien cocido, por favor”.Carola tomó nota y se fue. Mi amigo se estuvo maldiciendo toda la noche, así que al día siguiente,ahí le tienes, sentando a la mesa, mirando a Carola, clavando sus pupilas en las de ella y diciendo: “una sopa de cebolla y unos tacos de camarones, por favor”.
Y al día siguiente, armándose de valor: “Una sopa de cebolla sólo, por favor”. Y así, día tras día, asomándose por las ventanas viéndola pasar, y a la hora de comer asomándose a una sopa de cebolla… Y el tiempo pasaba.A veces mi amigo creía que ella fijaba su vista en él, y entonces, ahhhh amigo… Entonces las palomas del parque volaban, los borrachos en las tabernas brindaban a su salud, los feligreses en las iglesias se abrazaban, y los soldados en primera línea de fuego se daban largos besos en la boca. Qué va. Ella no reparaba en él.
Y pasaba el tiempo, pasaban los días, pasaban los meses, y pasaban los años, años de sopa de cebolla. Por fin llego el momento; no podía retrasar más la declaración. Al día siguiente Carola se iba, y aquella noche casi no durmió mi amigo. Pero al día siguiente ahi se presento, se acercó a Carola como todos los días, y le dedico una sonrisa, quizás mas afectuosa que otras veces.
El caso es que se hizo silencio un instante que pareció eterno, ahí pensó decir “Me gustas cuando callas por que estas como ausente”, o no se, quizás, “¿Por qué me despierto de madrugada mientras todos duermen?” Pensó en decirle:” Me dueles mansamente, me dueles, quítame la cabeza, córtame el cuello, porque nada queda de mí después de este amor”.Pensó en decirle simplemente: “Quédate conmigo, por favor”. Y por fin: “Una sopa de cebolla, por favor”. Era inevitable. Mi amigo comió la sopa de cebolla como un condenado a muerte, en calma y en silencio, y se fue para casa. Ni siquiera pasó por su despacho, sabia que la derrota era inevitable, y a mi no me sorprende mucho porque creo que alguien dijo una vez: que “los amores cobardes, no llegan ni amores, ni a historias; se quedan ahí, ni el recuerdo los puede salvar, ni el mejor orador conjugar”.
Al principio mi amigo se derrumbó, pero luego…. Luego también, pero trató de buscar de nuevo al coyote para encontrar la posibilidad de…. De yo qué sé. Y se fue para la plaza de Santo Domingo, y rebuscando encontró el nuevo callejón y el antiguo portal… Y no. Encontró una sucursal del Fondo Monetario Internacional; esos eran otros coyotes, no le interesaban. Así que recordó las palabras del viejo coyote: cerca de Tepozlan, recordó la curva del autostopista. Agarró el carro y se fue para allá… No se sorprendió cuando se encontró un poblado fantasma; aquel pueblo era una sombra del pasado, todo ruinas, abandonado desde hacía mas de 50 años. Empezaba a hacerse de noche. Mi amigo se sonrió, asumió la derrota y decidió volver a casa cuando ya era noche cerrada. Entró en el coche y, al poco de salir del pueblo, encontró a una chica haciendo autostop en el arcén. Mi amigo no lo dudó, paró, bajó la ventanilla, y “¿A dónde vas?”: - al D.F. – “Pues sube”, y al poco de subirse ella dijo: - tenga mucho cuidado en la siguiente curva. Y apenas pudo acabar la frase, porque en la última palabra sonó el reventón de una rueda, así que mi amigo, se tuvo que hacer a un lado de la carretera, y dijo: “disculpa”… Y tenías que ver la cara del autoestopista. Porque la curva quedaba lejos.
Bueno…Pues, se detuvieron, él bajó a cambiar la rueda, y ella con él… Y empezaron a hablar; una conversación trivial, pequeñas cosas, que fueron creciendo como bolas de nieve hasta convertirse en grandes cosas- ¿Y tú de dónde eres?,- Pues yo del D.F., y él le preguntaba : "Y a qué te dedicas”, y ella decía: “antes estudiaba, pero ya no”…Al rato no sé que le estaría contando él porque ella se descojonaba de risa, y jamás nadie había tardado tanto en cambiar una rueda, la verdad.
Y la noche pasaba, y mi amigo le empezó a contar la historia de la dulce Carola, del coyote, y de la ventana, y de la sopa de cebolla, y le decía a la mujer: “¿Te lo crees?”, y la mujer decía:“Si yo te contara… Yo sé lo que es desaparecer justo en el momento preciso, yo sé lo que es repetir la historia una y otra vez…. Yo te entiendo”.- ¿Tu crees en los amores a primera vista?– ¿acaso existen otros?
Aquella mujer, la autostopista era hermosa, no se si tanto como Carola, pero era hermosa, triste pero hermosa. Aquel silencio fue eterno, y él le dijo: volvamos al coche, te llevo al D.F. Y mientras se subían al coche, el pensó en decirle: “Quédate conmigo, huyamos juntos a cualquier sitio, empecemos de nuevo, yo que se!”, y quizás ella pensaba lo mismo, pero, sin embargo, dijo: “Ten cuidado con esa curva”.Y mi amigo tuvo mucho cuidado, paso la curva, y con los ojos fijos en la carretera, mi amigo no se atrevía a mirar en el asiento de al lado.
Quizás ella también se había marchado como la dulce Carola y volvía a estar solo, y sabiéndose solo, se dirigió hacia la autopista y cuando iba a entrar en ella escucho una voz al lado que decía:“¿Alguna vez has estado en Acapulco?” Mi amigo miro en el asiento de al lado y hay seguía ella, ahora estoy seguro era mas hermosa que Carola, mi amigo dijo:” Nunca”, y ella le dijo: “Pues llévame”. Y se fueron, y así siguen en la carretera. Mi amigo no volvió a ver a Carola, porque lo importante no era Acapulco, lo importante era el viaje, y saber que hay que tener memoria para no repetir los errores y saber que la historia no se debe repetir.Sobre los fantasmas, no sé si creer. Yo no sé si hay vida después de la muerte. Hay gente que se cuestiona si hay vida antes de la muerte. Yo personalmente me cuestiono si hay vida antes de las 12 de la mañana…
El caso es que por aquella carretera ahora pasan después de media noche, no se si existe un coyote que me devuelva a mi pasado, no creo, pero yo personalmente no dejare que pases por debajo de mi ventana sin pedirte que te quedes conmigo, ni que subas a mi coche sin que emprendamos una urgente huida.