
Sé, con plena certezas, que no soy el único. Es más, me atrevería a decir que somos más los que esperamos que los que no tienen esa maldita necesidad. Soy un fanático sin cura. Sufro, como muchos, la ansiedad de saber qué mierda pasó con esa bomba, con Jacob, con Locke, y con Juliet y su embarazo.
No pasa un día sin que en algún momento alguien diga algo que me recuerde a Lost. Y ahí me digo... ¡Qué pelotudo soy! Y sin embargo... ese comentario de ese alguien desencadena una charla que puede durar horas donde la mayoría participa, y donde los dos o tres que nunca la vieron (que no saben nada de la vida), se miran como diciendo "escuchá a estos salames".
Y así la cosa, el mundo está dividido entre los que vemos Lost, y los que no entienden el mundo.
Y dentro de los que vemos Lost, están los que:
a- Convertidores : intentan a toda costa que los que no lo ven, lo vean.
b- Teóricos: Son aquellos que como yo, se rompen el cráneo deduciendo teorías, ecuaciones, situaciones, diálogos, etc. para tratar de adelantarse a lo que en verdad sucede en la isla.
c- Enfermos: Ven las temporadas dos o tres veces seguidas mientras esperan el inicio de la nueva.
d- Místicos: Creen que Lost es una muestra en Tele de lo que siempre se explica como "la voluntad de Dios", o sea, todo lo que no tiene explciación.
e- Desinteresados: Los que dicen "está buena... pero..." Ellos, evidentemente, no entienden Lost.
Les propongo, queridos lectores, que comenten esta entrada de manera Lostiana.... Ustedes sabrán que hacer.
Sean felices, porque el que yace a la sombra de la estatua nos liberará a todos!!!
1 comentario:
Yo te entiendo Gonza, es terrible... encima la gente nos termina privando de libertad apenas empezamos a hablar de Lost, o excluirnos (valga aclarar que es EL tema para hablar, por lejos).
Lost me hizo extrañar los nombres que leo cotidianamente, como Locke, Hume, Rousseau... podés creer?
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