
Muchas cosas se dicen del cigarrillo y del hábito de fumar.
Que te saca 13 minutos de vida cada cigarrillo, que te agarrará cancer, que te sube la presión, que te da mal aliento, que te hace roncar, que no podés respirar bien, que es una adicción, que es una droga legal ... resumiendo que es malo para la salud, que es una mierda.
No pretendo negarlo, pero sí, permítanme, reconocer mis debilidades.
El pucho después de comer es la mejor manera de terminar la sobremesa. El pucho mientras cagás, es mejor que leer. El pucho mientras esperás ansioso algo, te calma. El pucho cuando estás pescando y hace frío, es la mejor estufa.
El pucho del baño de la secundaria es complicidad, amistad.
El pucho que se fuma en los recreos del laburo, es alivio.
El pucho cuando estás tomando café, es el compañero que no habla, sólo escucha.
Fumar es una mierda, y te juro que lo voy a dejar en algún momento, pero por ahora, dejame disfrutarlo.
Cientos de canciones y cantantes le rinden homenaje. Desde el famoso tango "Fumando espero" hasta los cigarrillos que llevaron a Sabina a tener esa voz ronca. El pucho es de machos, si fumás Virginia Slim no existís, sabelo.
Si fumás Parissienes y por eso te crees más hombre, te comento que estás meando fuera del tacho. Más hombre es fumar Derby, y hacer de cuenta que fumás Marlboro Box.
Y fumar porro... mmm... ya no me acuerdo de las figuritas del aceite en el agua de los fideos. (léase cómo pegue mal de algún faso de alguna persona que no soy yo).
Aprovecho la oportunidad de criticar y mandar a la mierda a los que recién dejan de fumar y se ponen como locas histéricas si le fumás al lado, después que ellos eran unos marranos.
Asi que fumadores, adelante, mientras el pulmón resista. Somos conscientes de que hacemos nuestro propio camino, nuestro propio Londres, nuestra adicta neblina.
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