viernes, 23 de enero de 2009

Miradas


Ella me miró largo y tendido. Yo hablaba con otra persona y la sentí. Me estaba mirando, y no sabía por qué.

En otras circunstancias hubiera mandado un "¿te debo algo?" O lo que es más grosero aún "¿qué mirás? No importa el color de sus ojos, no importa el lugar ni el tiempo. Ella tiene ojos que comprenden. A veces solemos mirarnos, no mucho, porque tampoco uno debe abusar. Pero cuando nos miramos, nos entendemos.

Y creo que pasó desde que nos permitimos conocernos un poco. Desde que, en algunas cosas, fuimos cómplices.

Es dificil entenderse con alguien en medio de tanta gente. Pero lo logramos y pasamos a entendernos y compartir algunas cosas, desde una isla misteriosa hasta un poema un lunes muy temprano. Desde un taxi, hasta cierto deseo de libertad.

Pasamos de ser compañeros... y cómo todos saben, los amigos son pocos. Por eso hoy, cuando me miraba, no le pregunté nada... sólo le dije "me estás mirando" y ella con eso ahorró horas de explicaciones.

Nos debemos algunas charlas, sin embargo, pero tenemos tanto por delante que realmente no hay apuro.

Te quiero, y te banco (como vos decís) Sabelo.

5 comentarios:

Rufina dijo...

Que lindo gordi,
si yo escribiera hubiese puesto lo mismo, por suerte te tengo cerca, y nos entendemos tanto, para que lo hagas vos.

Sos mi hijo, mi par, mi amigo, mi hermano, y te quiero mucho. Sabelo

Rufina dijo...

Amigo mío, tengo tanta necesidad de tu amistad.

Tengo sed de un compañero que respete en mí, por encima de los litigios de la razón, el peregrino de aquel fuego. A veces tengo necesidad de gustar por adelantado el calor prometido, y descansar, más allá de mí mismo, en esa cita que será la nuestra. Hallo la paz.

Más allá de mis palabras torpes, más allá de los razonamientos que me pueden engañar, tú consideras en mí, simplemente al Hombre, tú honras en mí al embajador de creencias, de costumbres, de amores particulares.

Si difiero de ti, lejos de menoscabarte te engrandezco.

Me interrogas como se interroga al viajero, Yo, que como todos, experimento la necesidad de ser reconocido, me siento puro en ti y voy hacia ti.

Tengo necesidad de ir allí donde soy puro.

Jamás han sido mis fórmulas ni mis andanzas las que te informaron acerca de lo que soy, sino que la aceptación de quien soy te ha hecho necesariamente indulgente para con esas andanzas y esas fórmulas.

Te estoy agradecido porque me recibes tal como soy.

¿Qué he de hacer con un amigo que me juzga?

Si todavía combato, combatiré un poco por ti.

Tengo necesidad de ti.

Tengo necesidad de ayudarte a vivir.

Amigo mío - Antoine De Saint-Exupéry

El Gato dijo...

Hermoso,nena!

Anónimo dijo...

Que lindo que alguien te escriba así.
Que lindo que solo "esa" persona sepa que hablás de ella y de ninguna otra...

Mauro Fernández dijo...

Hermoso Rufa.
Ayúdense a vivir.

Ayudemonos a vivir.